ACADéMICO DE LA UNIVERSIDAD DE CONCEPCIóN ANALIZA DESASTRE MEDIO AMBIENTAL OCURRIDO EN LAS COSTAS DE CHILOé
En marzo pasado, empresas salmoneras de la región de los Lagos, solicitaron a Sernapesca poder verter gran cantidad de salmones en descomposición al mar, los cuales constituían desechos biológicos derivados de su proceso industrial, a la vez que un potencial riesgo sanitario para trabajadores y comunidad. A través de un documento firmado por la Dirección General de Territorio Marítimo de la Armada de Chile, se autorizó a 6 empresas pesqueras de la zona a llevar a cabo la operación, que significó verter 9 mil toneladas de salmónidos contaminados en alta mar.
El documento fechado el 14 de marzo del presente, y que fue firmado por el vicealmirante, Director General, Osvaldo Schwarzenberg autorizó a las empresas: Aquachile S.A., Aguas Claras S.A., Granja Marina Tornagaleones y Trusal S.A., junto a Mar Ventisqueros S.A y Australis Mar S.A. a verter 9 mil toneladas de salmón descompuesto en aguas de Jurisdicción de la Gobernación Marítima de Puerto Montt en el sur de Chile. El texto está basado en la Ley de Navegación, el Reglamento para el Control de la Contaminación Acuática y el Convenio sobre la Prevención de la Contaminación del Mar por Vertimiento de Desechos y otras Materias. Se agrega que, mediante Resoluciones Exentas Nº 1340 del 29 de febrero de 2016 y Nº1359 de fecha 01 de marzo de 2016, el Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca), autorizó la adopción de medidas de emergencia por riesgo sanitario inminente. De acuerdo al comunicado del organismo, las medidas excepcionales fueron adoptadas por razones de fuerza mayor, debido a mortalidades masivas en centros de cultivo de salmónidos en la Región de Los Lagos, producto de la floración de algas nocivas (FAN), que obligaron a las Agrupaciones de Concesiones (ACS) a solicitar esta autorización, debido al potencial riesgo sanitario que representaba para los trabajadores y la comunidad, la acción tardía de eliminar estos residuos biológicos contaminados. Sernapesca además informó, que la operación se realizó dentro de las normas vigentes y la decisión se gatilló por la floración de microalgas nocivas como Chattonella sp. y Leptocylindrus. La institución aseguró que en el sector donde se realizó el vertido del producto no existen áreas marinas ni áreas silvestres protegidas, y tampoco se desarrollan actividades de pesca extractiva. La zona escogida para dicho procedimiento, de acuerdo al informe de la entidad, se encuentra fuera de la plataforma continental, ubicada a unas 75 millas náuticas al oeste del Faro Corona, y cuenta con una profundidad aproximada de 3.600 metros.
De todos estos detalles y aspectos en torno a este fenómeno ocurrido en la zona sur de nuestro país, conversamos con el académico de la Universidad de Concepción y especialista en Fisiología Animal Comparada y Ecofisiología, Doctor Mauricio Urbina Foneron.
Doctor, respecto a la problemática medioambiental que se ha generado estas últimas semanas y que se ha difundido a través de los medios de comunicación ¿Cuál es la visión panorámica global de lo que está ocurriendo en Chiloé?
Que bueno que mencionas lo de la visión panorámica y global, pues creo que en este caso, lo que debemos hacer es cambiar la perspectiva del análisis. Estamos presenciando un hecho muy puntual, que ha suscitado bastante polémica en distintos círculos sociales y que ha provocado grandes problemas a nivel de comunidades en la zona sur, especialmente a los habitantes de la isla de Chiloé, pero en general, ampliando un poco la perspectiva, podemos señalar que el ser humano hace tiempo que está ejerciendo una influencia en los procesos ecológicos. Estamos relacionándonos con nuestro medio ambiente, por lo tanto, todas nuestras acciones producen algún cambio y tienen alguna repercusión sobre él. Básicamente creo que en esta catástrofe hay dos hechos por separado que hay que mencionar: el principal, es la floración de algas nocivas, que es la principal causal de las mortandades que se han registrado en bivalvos marinos y en peces, y que fue la detonante de las primeras muertes de salmónidos. Continuando con la secuencia de sucesos, está el vertimiento de estos salmones, que fueron las primeras víctimas de esta floración algal, a 75 millas náuticas mar adentro (unos 139 kilómetros aproximadamente).
¿Cuáles serían las principales causas de la mortandad de especies tanto bentónicas como pelásgicas?
Básicamente, lo que ahora estamos viendo es una consecuencia relativamente normal, luego de una floración de algas nocivas (un bloom de algas), al que se conoce como "marea roja". En este caso se trata de un alga que es más oscura y por eso se habla de una “marea café”. Fundamentalmente, el fenómeno consiste en una proliferación explosiva de una especie de microalga que posee toxinas paralizantes que produce la muerte de los organismos. Esa es la principal causal. Esencialmente responde a procesos físicos y a una serie de complejas relaciones: interacciones entre la atmósfera y el océano, temperatura, salinidad, condiciones de nutrientes perfecta, entre otras, que son las que causan estas floraciones y que no es la primera vez que sucede en Chile.
Ahora quizás ha sido un hecho más mediático y el daño de mayor envergadura…
Sin duda esta situación ha sido una de las más grandes que hemos tenido y sin lugar a discusión, la que ha acarreado peores consecuencias para los ecosistemas marinos, las comunidades costeras y la pesca artesanal. Y no ha sido un hecho aislado, ya que en Estados Unidos también se registró algo similar este mismo año. Por lo tanto no ha sucedido solamente en nuestro litoral. En principio no podemos afirmar en qué grado pudo influir la autorización de verter toneladas de salmones descompuestos al mar en la floración algal. No sabemos el agravante que haya podido constituir esta decisión ni su magnitud. Definitivamente no es la causal. Reitero, la causal principal es la floración de ciertas microalgas.
¿Qué tan cierto es que la “marea roja” no sería la causa directa de este desastre ecológico?
Esa es la gran interrogante que ha generado toda esta polémica. En base a los conocimientos que poseo, podría afirmar que aún faltan datos para poder aprobar esta hipótesis o rechazarla. Si aceptáramos como cierta esta hipótesis y asumiéramos que el vertimiento de salmones ha jugado un rol en todo esto, habría que determinar su magnitud, es decir, qué tanto más ha contribuido a esta floración algal y qué efectos ha tenido en su posterior desarrollo. Pero con los datos que se manejan hasta ahora no hay manera de determinarlo con exactitud.
O sea las investigaciones en torno a estos sucesos no están lo suficientemente avanzadas para arrojar resultados concluyentes. ¿Esto podría ser muy aventurado todavía?
Obviamente no se puede descartar. Aún no se sabe claramente la magnitud en la cual pudo contribuir. Honestamente, sí pudo contribuir. Hay varios mecanismos a través de los cuales pudo contribuir, pero en términos de los datos reales existentes hasta hoy, no se puede afirmar que efectivamente concurrió como una causal más en todo esto. Quizás en ese sentido nuestras autoridades han sido lentas en tratar de articular una respuesta un poco más científica, con un poco más de certidumbre y generar las facilidades para que se realicen estos estudios y que se recopilen los datos en forma más rápida. En parte, a eso se debe que este problema social se haya agravado. Es una pena todo el conflicto que se ha producido entre la autoridad y la comunidad chilota, la que exige legítimamente sus derechos básicos para tomar las riendas del manejo de sus propios recursos. Lo ideal es que existiera un gobierno coordinado que se hubiera preocupado efectivamente de esto.
Aparte de las medidas reactivas de parte del gobierno ¿Se podrían haber llevado a cabo labores preventivas? ¿Faltó una política preventiva para evitar esta contingencia?
En general, siempre las labores preventivas pueden mejorarse y además nunca va a estar de más incrementarlas. Con respecto al bloom de microalgas, diría que es muy poco lo que se pudo haber hecho para preverlo. Básicamente este fenómeno responde a características oceanográficas particulares de este año, intensificadas por este “Niño Godzilla” como se le denomina, que se traduce en escasez de precipitaciones, gran cantidad de luz, altas temperaturas, gran cantidad de nutrientes, que representan condiciones favorables para los florecimientos algales. Por lo tanto, es poco lo que se pudo prever en cuanto a eso. Ahora, en lo relativo al vertimiento de salmones,… ¡Claro que se podría haber previsto! O al menos, dispuesto las condiciones adecuadas para que estos salmones se eliminaran como corresponde. Hay una serie de directrices establecidas en el D.S. Nº 136/2012, conocido como el Protocolo de Londres de 1996, relativo a convenios internacionales sobre cómo prevenir la contaminación del mar por vertimiento de desechos y otras materias. Ahí se indica cómo proceder en casos de mortalidades de especies marinas, a través de un plan de manejo que comienza con el traslado de estos residuos biológicos en containers, envueltos en envases herméticos y sellados, desde el mar hasta instalaciones dispuestas en tierra, que están acondicionadas para manejar este tipo de residuos, clasificados como residuos biológicos peligrosos.
Por las emanaciones de ácido sulfhídrico…
Justamente, y además constituye un riesgo sanitario. Y por esa misma razón, ya que es un riesgo sanitario, es que el Servicio Nacional de Pesca en conjunto con la autoridad marítima, planearon esta solución para deshacerse de esta gran mortalidad y tomaron esta decisión en terreno para dar la autorización de verter estos salmones al mar, apelando a un par de decretos que le atribuyen las facultades para autorizar este vertimiento. Se entiende que se hizo en un momento en que había mucha mortalidad, que existía un potencial riesgo sanitario y que había que lidiar con esta, pero creo que la mala suerte fue que coincidiera con este bloom de algas. El error quizás fue que, en tales condiciones, se haya dado la autorización para verter estos salmones al mar.
Y no haber considerado como una nueva variable este bloom de algas…
Algunos lo sabían. Quizás la autoridad no lo manejaba del todo o nunca pensaron en asociar un fenómeno con otro. Independiente que no existan datos para poder comprobar el efecto que pudo haber tenido el vertimiento de los salmones en el bloom, en las muertes de bivalvos y en el problema en general, por ahora, el punto es la incertidumbre que se genera por no haber aplicado de manera mucho más estricta los protocolos y haber realizado los esfuerzos necesarios para disponer de esta mortalidad de salmones como corresponde y que es como lo establece la ley.
¿Cuál sería el verdadero impacto del vertido de 9 mil toneladas de salmón contaminado, en zonas marinas donde no se mantienen áreas silvestres protegidas?
Con los datos que se tienen hasta ahora es difícil precisarlo. Me gustaría creer que la Subsecretaría de Pesca tiene datos que al menos le permitan evaluar cual va a ser el impacto del vertimiento de salmones. Asumo que, por algún motivo, ellos estimaron las millas, estimaron la profundidad y estimaron qué iba a pasar con esos salmones que se iban a verter al mar y que es una gran cantidad. Creo que, independiente de la edad, actividad o trabajo que pudiera tener cierta persona, si le hicieras la pregunta ¿Te parece si vamos a botar animales muertos al mar?, yo creo que cualquier persona te respondería que eso no es una buena idea. Por lo tanto, asumo que hubo cálculos detrás de este tipo de decisiones. Si bien el volumen del agua de los océanos es enorme y tiene un tremendo poder de disolución, creo que ellos consideraron que estos salmones se iban a descomponer y no iban a provocar un mayor impacto, que probablemente es lo que ocurrió, pero debemos pensar que cuando estas 9 mil toneladas de salmones se degradan, al final de ese proceso de degradación tenemos nutrientes que son liberados al medio ambiente como el fósforo, el nitrógeno y el carbono. En el caso de los dos primeros - el fósforo y el nitrógeno - , son justamente los nutrientes que necesitan las microalgas para crecer. Ahora, si contribuyeron o no contribuyeron, depende de muchas variables. Por ejemplo, se dijo que en teoría los salmones que se vertieron al mar se debían hundir. Cuánto demorarían en hundirse depende de la tasa de precipitación de estos ejemplares. Son cálculos que no son difíciles de hacer, pero desconozco si los números están o si alguien ya hizo las estimaciones. Va a depender de las corrientes, de las comunidades de microorganismos que los degraden; por lo tanto, es un proceso que puede durar desde semanas, si están las condiciones óptimas, hasta poco más de un mes.
Se afirma que la operación de vertido de salmones al mar se hizo dentro de las normas establecidas ¿Cuál es su opinión frente a esto?
Entiendo que cuando afirman que se cumplieron con las normas establecidas es a que se cumplió con el plan que ellos elaboraron. La verdad es que a nivel mundial no hay ningún país que tenga normas para verter animales muertos al mar; no existen esas normas. Este fue un caso puntual, donde se modificó la ley para hacer una excepción , en este caso salmones, y esta fue una solución para minimizar el problema sanitario cercano a la costa. Cuando ellos se refieren al cumplimiento de la norma, están diciendo que se cumplió con lo estipulado en ese plan. Quiere decir que fueron 75 millas náuticas mar afuera, en una zona con una profundidad aproximada de 3.600 metros, no fueron vertidos en la playa más cercana. Desde ese punto de vista, al menos se siguió un plan.
Se sostiene que la mortandad de los salmones, que afectó a 45 centros de cultivo, se debió a la floración de las microalgas: Chatonella sp y Leptocylindrus ¿Nos podría explicar qué son estos microorganismos y cuáles serían los potenciales riesgos de verter ejemplares contaminados por estas microalgas al mar?
Ambas especies son microalgas. Para crecer ellas necesitan nutrientes principalmente, como ya mencionamos, carbono, fósforo y nitrógeno, y necesitan luz del sol, ya que realizan fotosíntesis y condiciones especiales en cuanto a temperatura. Estos no son organismos que estén produciendo daño o que sean parasitarias de los salmones, de machas o de almejas. Básicamente son pequeñas algas que utilizan nutrientes y que necesitan del sol y de ciertas temperaturas para crecer.
¿Debido a las condiciones medioambientales particulares de esta temporada estas algas aparecieron en los cultivos de salmones?
Esto no es un hecho aislado. Ha habido floraciones algales nocivas por mucho tiempo en Chile y por tal motivo nosotros muestreamos todos los mariscos que se comercializan. Se toman muestras y se revisan que tengan niveles de toxinas bajo los límites normales permitidos. Antes de Semana Santa las autoridades realizan este monitoreo. Por lo tanto, esto no es algo que suceda por primera vez en Chile. Esto sucede todos los años, tal vez con mucha menor magnitud y por especies distintas a las de esta ocasión. Esta fue una temporada especial, pero generalmente es algo que con cierta frecuencia sucede. Quizás las especies fueron un poco diferentes este año, en el sentido que afectaron a salmónidos (a peces), ya que lo habitual es que estos bloom de algas que tienen estas toxinas, se concentren principalmente en organismos bivalvos, que son filtradores, y como ellos filtran grandes volúmenes de agua, acumulan grandes cantidades de toxinas también y resultado de eso, cuando uno consume estos mariscos contaminados, puede presentar cuadros de problemas respiratorios, problemas diarreicos, etcétera, producto de tres clases de toxinas principalmente. Las de este 2016 fueron un poco diferentes a las de años anteriores, ya que afectaron primero a los salmónidos que se encontraban en estos centros de cultivo.
En ese aspecto fue un tanto inédito lo que sucedió, ya que Ud. me habla que los bivalvos son la especie comúnmente afectada por estos bloom de microalgas ¿A qué se debe que en esta oportunidad hayan afectado a los salmones?
Esto es inédito en Chile, pero en países de Europa, principalmente, hay floraciones de estas algas y también de ciertas especies de Chatonella, que afectan cultivos de peces. Es primera vez en Chile, pero sucede en otras partes del mundo en forma frecuente. Las causas son básicamente tres, aunque aún se discuten. Una podría ser el daño mecánico a las branquias de los peces, pues estas micro algas tienen unas espinas que podrían perforar las delicadas branquias de los peces y causarles daño, de tal modo que no pudieran cumplir su función adecuadamente y con esto, el pez podría presentar un problema de desbalance iónico, ácido-base, que finalmente provocaría la muerte del individuo. La segunda hipótesis que se maneja es que estas microalgas, producto de estas espinas, pudieran atascarse en las branquias de los peces y durante la noche o en períodos con baja presencia de oxígeno, podrían representar una nueva barrera para la difusión de oxígeno, y podrían matar a los salmones por asfixia. No olvidemos que las microalgas realizan fotosíntesis, ello quiere decir que producen oxígeno durante el día cuando hay luz, pero en ausencia de ésta, las plantas respiran y las microalgas también lo hacen. Por lo tanto, lo que no constituiría un gran problema durante el día, porque estas microalgas podrían estar haciendo fotosíntesis, podría transformarse en un gran problema durante la noche, porque los peces tendrían que consumir su propio oxígeno, para obtenerlo tendrían que lidiar con la barrera de algas que tienen atoradas en las branquias y además de eso, las microalgas están respirando. Por tanto, podría ser un problema bien combinado que derivaría en asfixia. Y una tercera causa que también se discute, es que alguna de estas microalgas pudiera generar algún tipo de toxina, la cual podría provocar parálisis respiratoria o algún otro tipo de impedimento sistémico.
¿Cuál es su opinión respecto a la decisión del gobierno de contratar un equipo científico independiente para estudiar el problema que afecta a la Isla de Chiloé?
Me parece una muy buena iniciativa. La única observación que podría hacer, a modo de crítica constructiva, es que esta comisión ya debiera haber existido, entonces la reacción hubiese sido mucho más rápida.
Desde sus conocimientos amplios en esta área ¿Podría explicarnos hacia dónde debieran enfocarse estos estudios para que fueran efectivos y pudieran entregar las respuestas que los pescadores, la comunidad y las autoridades necesitan, para en conjunto, a partir de estos resultados, elaborar un plan de contingencia y manejo de la situación?
No es una sola problemática la que se debe abordar. Se trata de un sistema muy complejo que, como conversábamos al inicio, involucra actividades productivas, como es la industria de la salmonicultura, involucra el ecosistema, que son todos los componentes bióticos y abióticos , involucra actividades extractivas, que son la pesca y la recolección, involucra una comunidad humana, que son todos los chilotes, quienes sustentan su actividad económica en base a la extracción. Por lo tanto el problema es sumamente complejo. Por otro lado, si se formó esa comisión específica, espero que las respuestas debieran venir de ellos. Probablemente se trata de una comisión multidisciplinaria, que incluye a científicos que trabajan en microalgas, en fisiología, oceanógrafos, en fin, y que pudieran abordar esta problemática desde distintos puntos de vista. Ahora, a “grosso modo”, yo esperaría que se intente poder establecer las causas y en este sentido sería ideal poder tomar muestras de organismos que pudieran estar siendo afectados. Y por muestrear me refiero a examinar animales de distintos niveles tróficos, como bivalvos, que fueron los que primero se vieron varar, cangrejos y preguntarse porqué los cangrejos no murieron, algunas especies de peces que pudieran estar sufriendo, algunos lobos de mar – leí hace unos días que hasta lobos de mar se habían encontrado muertos. Es mucho lo que se ha dicho hasta el momento ¿Cuánto de eso será cierto?..., la verdad lo desconozco, espero que ahora empiecen a surgir todas estas respuestas. Por un lado, la primera acción sería tratar de hacer un peritaje para saber qué es lo que pasó y cuál fue la causa de muerte de estos animales. Y por otro lado, ya serían medidas más a largo plazo, como evaluar qué recursos existen, cuánto se va a demorar este ecosistema, estas playas y estos ambientes en recuperar el nivel productivo que tenían antes. En otro aspecto, con esos tiempos y con esos recursos ver qué opciones tiene la gente de Chiloé, en cuánto tiempo podrán volver a explotar la macha por ejemplo. ¿Estaremos hablando de 1 año o de 6 años? Tratar de dimensionar la magnitud de este problema y en ese ejercicio se pueden encontrar recursos alternativos que en este momento no se están explotando tanto. Por ejemplo cangrejos. Nadie habló de varazón de cangrejos, por lo tanto habría que estudiar por qué los cangrejos no murieron. Esta especie podría ser una herramienta interesante para tratar de ayudar a los pescadores recolectores a reorientar su actividad económica hacia los cangrejos por los próximos tres años, hasta que las machas se recuperen.
Como científico ¿Cuáles serían las medidas paliativas más urgentes que se deben adoptar para frenar el daño medioambiental ocurrido en las costas de Chiloé?
Hace años que uno de los errores que venimos cometiendo como raza humana es tratar de aislar al ser humano del ecosistema. Creo que desde hace tiempo deberíamos haber empezado a incluir al ser humano en el ecosistema. Éste no funciona aislándonos, pues todas nuestras actividades, ya sean productivas, como la salmonicultura, o recolectoras, que es lo que hacen los pescadores artesanales o mariscadores, tienen un impacto sobre el ecosistema. Mientras éste trata de recuperarse del impacto de nuestras acciones, este desbalance genera desequilibrio en otras interacciones y así sucesivamente, en un fenómeno que es extremadamente sensible y complejo. Los seres humanos debiéramos ser capaces de internalizar esa interdependencia con nuestro medio ambiente.
Coméntenos acerca de las actuales líneas de investigación que está desarrollando.
Trato de seguir las mismas líneas de investigación que he desarrollado durante mi carrera. Básicamente trabajo en Fisiología Animal Comparada o Ecofisiología, donde la pregunta final que trato de responder es cómo los organismos responden a cambios en su ambiente externo. Éstos pueden ser cambios físicos normales, por ejemplo temperaturas, cambios en la salinidad, bajas de oxígeno, que podría ser otra de las causas que explique alguna de las mortalidades de las que hemos sido testigos. Estos son los factores normales, en los cuales podríamos considerar que el hombre no influye en estos cambios físicos, pero también, otra parte de la investigación trata de responder cómo las acciones antropogénicas afectan a los organismos. Por ejemplo, el vertimiento de algunas sustancias que son tóxicas, el uso de algunos fármacos en la acuicultura, los deshechos plásticos y micro plásticos en el ambiente y qué consecuencia tienen ellos en el organismo, siempre con la idea de tratar de estimar qué tan grandes van a ser estos impactos a nivel poblacional, qué consecuencias pueden traer para nosotros mismos y nuestro entorno y cómo influyen en otras pesquerías u otras actividades económicas.
A nivel país ¿Qué nos falta para ser más conscientes y responsables con el cuidado de nuestro mar?
Resulta paradójico que este altercado que tenemos en el sur de Chile haya ocurrido justo en el mes del mar. Es un mensaje que nos están dando. Si nos remontamos en la historia y pensamos en todos los actos sin sentido cometidos por los pueblos originarios muchas veces, como sacrificios humanos y cualquier cosa insólita que te pudieras imaginar - arrojar oro dentro de un volcán -, etcétera, todas esas acciones que para nosotros ahora carecen de validez y de coherencia desde la perspectiva del saber actual, tiendo a compararlas con nuestra propia insensatez en la actualidad, y establezco un paralelo con la ignorancia que tenemos ahora, y esa falta de saber enfrentar y reconocer cuales son las consecuencias y los alcances reales de nuestras acciones y asumir que es un problema complejo, pues son muchas las variables que afectan - y quiero pensar que no lo hacemos con mala intención -, lo hacemos básicamente porque desconocemos o ignoramos sus consecuencias. Lo de botar esos salmones al mar por ejemplo. Pudiera o no haber tenido consecuencias ese vertido al mar. Sea cual sea su magnitud: muy pequeña, no significativa, muy grande, es algo que aún desconocemos,… ¿Cómo podríamos mejorarlo? Creo que ahí es donde entran Uds. los comunicadores en el sistema, ya que es importante tratar de hacer la ciencia un poco más digerible, más asequible a toda la comunidad. Mientras las personas adquieran más conocimiento, más van a preocuparse por cuidar el medio ambiente. Nadie cuida aquello que desconoce. Si no sabes como funciona algo, no puedes evitar que eso se destruya. Yo podría tratar de arreglar mi computador, y al abrirlo, posiblemente pueda solucionar algunos problemas muy básicos, pero lo más probable es que si es algo complejo, cause un daño peor. Por lo tanto, lo esencial para crear conciencia es conocer y eso significa difundir, y en eso tenemos una labor nosotros los científicos en tratar de hacer llegar nuestra investigación y nuestros resultados a colegios, a la gente, al público general. La ciencia es para todos. Yo no leo los papers que escribo, y si bien es cierto me gusta que los lean mis colegas, para mí seria genial que éstos llegaran además a toda la comunidad y que tales conocimientos pudieran masificarse.
¿Qué tan grave es el daño que le estamos haciendo a nuestro mar? ¿Qué tan grave es el problema de la contaminación sobretodo con envases plásticos frente a nuestras costas?
Nuevamente nos destacamos por nuestra ignorancia en el tema. Fíjate que los plásticos empezaron a ser usados en forma intensiva hace algo más de 50 años atrás. Después tuvimos el boom en el uso de los plásticos durante el desarrollo de este período. El plástico apareció como una materia prima que comenzó a utilizarse en casi todo, porque es fácil ocuparlo, es barato, es desechable y después se bota. Estamos en un momento en que se ha usado de manera indiscriminada. Recién estamos evaluando la magnitud del problema. Realmente sólo hace un par de años atrás nos dimos cuenta de los volúmenes de plástico que están en los océanos, recién estamos midiendo eso, recién se están haciendo los esfuerzos. Hay sólo dos estudios que intentan determinar cuántos micro plásticos hay en los sedimentos. Recién estamos tratando de ver qué tan grande es el efecto de lo que hemos hecho. Eso por un lado, en cuanto a estimar la magnitud del daño hasta hoy y por otro lado, recién estamos estudiando qué efectos pueda tener esto sobre los animales y sobre los ecosistemas. Estamos recién tratando de comprender las consecuencias de esta acción.
¿Cuál sería el mensaje que quisiera transmitir a nuestros lectores al cierre de esta nota?
Creo que nuevamente tendríamos que apelar a la conciencia de cada persona y solamente recordar que nuestras acciones tienen consecuencias. Nuestras acciones no pasan inadvertidas, por pequeñas que éstas puedan ser: botar un papel o no caminar para ir al supermercado, sino que ocupar el auto. Esas pequeñas acciones insertas en este sistema económico, donde muchas veces nos han enseñado a que no nos preocupemos tanto por el medio ambiente. Consume algo, bótalo, total después te puedes comprar uno nuevo, usa tu auto, consume, entra en este sistema, yo sé que tu televisor funciona, ya tiene tres años, bótalo y cómprate uno nuevo. Creo que debemos proyectarnos; pensar que somos seres vivos y tratar de ver este sistema económico en paralelo e intentar hacer un balance en la medida que cada persona pueda hacerlo. No se trata de predicar que uno tiene que ser infeliz, que no deba vivir con nada de tecnología, que deba caminar a todas partes, no ocupar el auto. No se trata de irnos a los extremos. Creo que el ejercicio de tratar de tomar conciencia de nuestras acciones a todo nivel, cualquiera que éstas sean, podrá mejorar sustantivamente la percepción que tengamos de nuestro medio ambiente, nos va a hacer más felices, incluso nos va a evitar problemas. Muchas veces lamentamos las consecuencias de nuestras acciones con respecto al medio ambiente, con los desechos o con el uso que le damos a los recursos, pero también estamos hablando de las consecuencias con respecto al resto, pensando en nuestras relaciones sociales, mediante lo que decimos o lo que hacemos. Quizás simplemente es conciencia y tratar de cuestionar el que este sistema nos haya dividido tanto. Tal vez deberíamos tratar de retomar nuestra condición de animal y volvernos a ver como una manada y tratar de externalizar esas consecuencias y verlas con respecto al otro, con respecto al medio, con respecto a los otros, sean de Chiloé, del norte o del sur, ¡Da lo mismo! Quizás ese es el camino.
¿Conciencia sería la palabra clave entonces?
Yo creo. DCC