Cuando se aleja una madre
Se apaga el sol que ella lleva
Estalla el cristal de su piel
Se enfría el alma…¡se llora!
Cuando se pierde una madre
La casa ya no es la misma
El perro gime, el gato ya no ronronea
El pajarillo mira sin entender por qué
La casa se llena de silencios
Los espacios están vacíos,
Los rincones la recuerdan
Y nosotros acercamos nuestros pensamientos
¡A la oscuridad!
¡No enciendas la luz, hija!
¡Por favor!...
La oscuridad armoniza con la pena.
La angustia sigue el camino de la nieve,
De la lluvia, del temporal…¡que no del sol!
¡Hija! …Por eso no enciendas la luz.
Mi hermana Florcita un día!
Halló un rollo de películas sin revelar!
Mi padre las había tomado hacía medio siglo!
Él había ya muerto, pero nos dejó esa señal.!
¡Las fotos!!
En ese rollo estábamos todos!
Todos los hijos de la familia y nuestra madre.!
¡Menos él! El único que ahora ya no está.
Mi madre no sonreía en ninguna de las fotos
Sólo se veía sonriente junto al último de sus hijos.
Ese hijo era yo, tan sólo de seis meses.
¡Que hermosa sonrisa, madre!
¡Qué lindo regalo me has dado!
Qué vínculo de amor entre las generaciones
Tan sólo porque mi padre
Apretó un día ¡El obturador!
¿Cuánto perdemos cuando perdemos a nuestra madre?
¿Cuánto cariño, cuánta ternura, cuánto amor?
¿Cuántos momentos felices?
¿Cuántos tees o cafés saboreados juntos?
Conversando de tantas cosas.
¿Cuánto perdemos sin ella?
Para Ingrid Odgers el día en que perdió a su madre. Con un abrazo cariñoso, entre el follaje, entre las hojas…entre las letras. Medardo.