Etimología
Chiloé es una transformación de Chilhué, la adaptación al español de chillwe, palabra que en mapudungun significa "lugar de chelles". Los chelles (Larus maculipennis), también llamados cáhuiles o gaviotines, son aves blancas de cabeza negra, muy frecuentes en las playas y lagunas del archipiélago.
El nombre que se le da a los habitantes de Chiloé es "chilotes", aunque también se ha usado "chiloense" y "chilhueño" por considerar que el primero podría tener connotaciones despectivas.
Información Geopolítica
La provincia de Chiloé forma parte de la Región de los Lagos y está ubicada entre los 41º45' de latitud sur y los 73º15' y 74º30' de longitud oeste. Se extiende entre el canal de Chacao por el norte, el Golfo de Guafo por el sur, el Golfo de Ancud y el Golfo de Corcovado por el este y el Océano Pacífico por el oeste. Incluye la Isla Grande y numerosas islas menores siendo las principales las de Quinchao, Lemy, Apiao, Butachauques, Quenac, Mechuque, Quehui y Tranqui.
Está integrada por diez comunas: Ancud, Castro (capital), Quemchi, Dalcahue, Curaco de Vélez, Quinchao, Puqueldón, Chonchi, Queilen y Quellón.
El censo de 1992 registró en la provincia una población de 130.680 habitantes que representa el 13,7% del total regional, con una densidad de 14,2 hab/km2. La tasa de crecimiento anual del período intercensal 1982-1992 fue de 1,49% anual superior al promedio de 1,17% registrado en la X Región y ligeramente inferior a la media nacional de 1,56%.
En general, el ritmo de crecimiento de la población comunal es bajo. De las diez comunas sólo Quellón, Ancud y Dalcahue presentan índices altos (3,85%, 2,69% y 2,51% respectivamente); mientras Quemchi y Puqueldón tienen un crecimiento negativo (-1,40% y –0,30% respectivamente), con una pérdida absoluta de 1368 habitantes en 10 años.
En todo caso, esa tendencia, con un saldo migratorio negativo, tiende a revertirse, probablemente por la instalación de industrias pesqueras y cultivos marinos en el sector centro y sur de la Isla principalmente y en el Archipiélago. El crecimiento de Ancud, Dalcahue y Quellón se debe fundamentalmente al auge que tuvo la explotación de los recursos marinos, que hoy prácticamente se encuentran colapsados, produciéndose corrientes migratorias de pescadores artesanales hacia esos sectores.
La Arquitectura de Chiloé
Una de las características más sobresalientes de Chiloé es su arquitectura, la que se desarrolla tradicionalmente junto al borde de la costa interior y en las riberas lacustre, alzándose a veces también por los cerros circundantes. Rara vez surgen poblados mediterráneos o aparecen solitarias edificaciones de madera en las cumbres de las pequeñas islas del archipiélago. Las iglesias, los fuertes, los puentes, los molinos, los palafitos y las casas de tejas de alerce son las construcciones típicas de Chiloé.
La madera fue durante siglos el único material de construcción: Chiloé es una cultura de la madera, y sus actuales tendencias arquitectónicas continúan esta tradición.
En casi toda la costa interior se pueden encontrar grandes conchales, vestigios de los primeros asentamientos humanos de Chiloé. En estas mismas costas se desperdigan hoy los pueblos y localidades de los chilotes.
La vida junto al mar fue fundamental para los antiguos habitantes y en ella se encuentran las raíces de su arquitectura: Para vivir junto al mar y al huerto el chilote inventó el palafito, característica construcción de Chiloé que es su imagen emblemática en postales, calendarios y souvenirs.
El palafito propone un tipo de vivienda sobre la orilla del mar que se enquista en la orilla de la tierra, aprovechando las mareas para la entrada y salida de los botes. En la parte posterior de la casa hay un patio donde se cultivan plantas y hortalizas, se lava y seca la ropa, se crían aves, etc.
La religiosidad de los chilotes es muy grande, los jesuitas participaron decisivamente en el desarrollo del catolicismo. Las fiestas religiosas permiten que pequeñas comunidades se vean una vez al año invadidas por miles de peregrinos que llegan. Son iglesias construidas y administradas por la comunidad: enormes, algunas y sin relación con la cantidad de personas del pueblo.
Es en la construcción de estas iglesias donde quizás se da en su mayor esplendor y magnificencia nuestro mestizaje cultural. En ellas está la maqueta europea en simbiosis con el mundo indígena y los materiales propios de la isla.