Estimado Medardo: 

Recién hoy pude imponerme de los correos que me enviaste a propósito de la aparición de “Entre barcos y trenes”. No me fue posible una respuesta oportuna puesto que me encontraba en la Provincia de Petorca, incomunicado en el sector cordillerano.

El pdf del libro que me enviaste (¡Muchas gracias!) lo leí de inmediato y me causó una alegría inmensa. Las memorias de Juan Pedro Miranda son muy valiosas, sobre todo porque personalizan y tocan temas “intrínsicamente” chilotes: la vida en el bordemar, el trencito y el terremoto. Este último muy bien tratado. Me parece que es el relato más interesante que he leído al respecto ya que, aparte del sacudón en sí, ilustra detalladamente aspectos que le son inherentes, como la “peregrinación” de casa en casa y el ánimo tan desolador que se apoderó de los chilotes castreños. No había leído nada tan personal sobre ello desde el capítulo pertinente que tu hermano Rodolfo escribió en “La vida cotidiana...”

Las fotos de Trivero, como un capítulo gráfico complementan maravillosamente lo tratado, hacen una unidad perfecta. Hay algunas que nunca había visto. Medardo, ya te lo he dicho. Te tengo un absoluto respeto por el trabajo de editor y divulgador de las obras chilotas que has venido haciendo. Tu entusiasmo por lo isleño que has concretado en tu editorial, trascenderá para siempre. Si es posible, te ruego extender mis felicitaciones a los autores de tan bello libro. Y recibe tú un gran abrazo y todo mi afecto y deseos de que tus proyectos sigan viento en popa o “a todo vapor”.