El 23 de Enero de 2020 falleció el poeta, escritor, abogado, diplomático, exiliado político Don Armando Uribe Arce ( 1933-2020) vinculado ancestralmente con Chiloé –como él mismo decía- desde el siglo XVII. A raíz de este suceso –que conmueve a los amantes de la poesía- hemos recibido un importante escrito enviado por el Dr. Carlos Trujillo, referido al recuerdo de un encuentro poético realizado en Castro ( Chiloé) en 1988, feliz ocasión en la que se contó con la presencia del poeta Floridor Pérez (1938-2019), como presentador y de Armando Uribe Arce, como expositor. Ambos notables representantes del arte poético chileno, vinculados al mundo poético chilote, en aquel entonces al grupo AUMEN ( “La Voz de la Montaña”) de fructífera labor en el cultivo y formación de jóvenes poetas en Chiloé.
Editorial OKELDAN agradece al Dr. Carlos Trujillo esta valiosa colaboración e invita a nuestros lectores a disfrutar su contenido.
Armando Uribe Arce[1] y Floridor Pérez[2]
(Segundo Encuentro de Escritores en Chiloé, Castro, 1988)
Ni el Dios viviente ni el Mesías muerto
vienen a mi rescate bajo tierra,
ni el cordero de Dios ni la paloma
del Espíritu Santo. ¡Virgen Santa!
Pero viene el ratón agudo, es cierto.
Viene un gusano viejo que me aterra.
Viene la mosca, ojalá que me coma,
y vengo yo que es lo que más me espanta.
(Armando Uribe Arce)
La dictadura militar--que hoy se nombra con variados eufemismos--desde el primer día, provocó un obligado silenciamiento de los escritores chilenos. Al menos en los dos años que siguieron al golpe poco y nada se sabía de quién estaba y quién no estaba en Chile. Se vivía de rumores, "que ése está aquí, que aquél está en Rumania, que aquel otro en Alemania o algo por el estilo, que de aquel otro nadie sabe nada." Tras dos o tres años de un silencio casi total comenzó el despertar, al tiempo que empezó a sacar la voz la generación naciente. Poco a poco fueron organizándose talleres literarios[3], certámenes nacionales de poesía[4] y encuentros de escritores[5] (poetas principalmente) en provincias y en Santiago. En ese mismo tiempo comenzó la publicación de hojas sueltas, folletos, pequeñas revistas y hasta antologías, generalmente mimeografiadas.
El paso de los años y el nuevo rumbo político que ha tomado el país han ayudado a cubrir de olvido esas actividades de las que por lo general quedó poco o nada de documentación. Hay, por ejemplo, una antología de los participantes en el encuentro de poetas realizado en Valdivia en 1977[6]; pero no hay ningún documento escrito ni grabación audiovisual. del encuentro realizado en Castro en 1978, y no dudo que ocurre lo mismo con muchos otros eventos de similar importancia. En esos años, la dictadura había impuesto un temor enorme a decir lo que no se debía y a plantear cualquier idea que se opusiera a las del régimen. Por ese temor--que lo dicho en las reuniones pudiera ser utilizado contra los propios participantes--uno de los primeros acuerdos de ese encuentro prohibió el uso de grabadoras. Siempre existía la posibilidad de que entre los asistentes hubiera algunos interesados en algo que no era exactamente la literatura.
Aunque año a año se fue haciendo más evidente la necesidad de documentar esos eventos pocas veces quedó evidencia escrita[7]. En agosto de 1988, el Taller Literario Aumen realizó el Segundo Encuentro de Escritores en Chiloé[8] que reunió a poetas y críticos literarios[9]. Esta vez tampoco se contó con recursos para una publicación,[10] pero al menos quedaron más de veinte horas de grabación en cassettes a los que he empezado a echar mano para ir sacando del silencio documentos como el que aquí se transcribe: el primer recital de Armando Uribe Arce en Chile luego de casi veinte años de ausencia. Este recital tuvo lugar en la Casa de Retiro "Estrella de Mar" durante una de esas noches de lluvias torrenciales de Chiloé, en el marco de aquel encuentro. La presentación fue hecha por Floridor Pérez, poeta y discípulo de Uribe Arce, quien había conseguido que éste se presentara allá en el sur tres días después de su temporal retorno al país.
La parte central del documento que transcribo contiene la presentación hecha por Floridor Pérez, en la que se incluye un poema suyo que escribió después de su primer encuentro con Uribe Arce tras dos décadas de ausencia, y el recital del poeta. En la parte final se transcribe el diálogo de Uribe con poetas y críticos al finalizar el recital. Me ha parecido importante incluir esa conversación final porque viene a ampliar nuestro conocimiento del poeta y del hombre, sus inicios, sus influencias y la pesada carga del exilio.
Otra razón para rescatar este documento es que en ese encuentro de 1988, en Castro, se cumple finalmente el objetivo del Encuentro de la Poesía Joven realizado en Valdivia en 1965. A aquel llamado acudieron todos los poetas invitados, con las solas excepciones de Miguel Arteche[11]y Armando Uribe, los que llegaban a reencontranse tras largo apartamiento allí en el centro mismo de la isla de Chiloé.
PRESENTACIÓN DE FLORIDOR PÉREZ A ARMANDO URIBE ARCE
Veo que a esta hora el programa dice lo siguiente: "Floridor Pérez, exposición de un trabajo teórico. (No ha confirmado el tema)." Así que procedo ahora a confirmarlo. Mi tema será: "¿Qué ha pasado en estos años con Armando Uribe?"
Lo tengo a mi lado. Solamente haré unas breves consideraciones que sitúan este hecho, al cual le doy cierta trascendencia para los que comenzamos a escribir en la década del sesenta. La existencia y la presencia. La voz de los poetas que por entonces ya tenían una obra realizada fue fundamental. ¡Yo he oído hablar de generación! (Pero) Cuando alguien se refiere a este delicado asunto, yo prefiero hablar de aquel grupo de grupos que surge en Chile entre el Mundial del 62 y el Premio Nobel de Pablo Neruda[12]. Ahí me veo mejor encuadrado. Mi contacto personal con la poesía de Armando Uribe se inicia en la Universidad de Concepción un verano en que él llega allá a dictar unos cursos. Yo, entonces, soy profesor rural en las cercanías de Los Angeles y, desde luego, monto mi caballo y parto porque me interesaba mucho estar allí. Sería muy difícil saber sobre qué versaban esos cursos, pero esas conversaciones después de las clases--como les contaba a los chiquillos que nos acompañaron en el taller de hoy[13]--fueron mi primer taller literario.
Tengo, como todos ustedes, muchos defectos, entre los cuales espero que no figure la ingratitud. He tenido suerte en la literatura. Le debo a Jorge Teillier[14] el haber publicado mi primer libro, no cualquiera lo hace. A Poli Délano[15] le agradezco haber pescado otro libro mío y publicarlo en México. Le agradezco a Omar Lara[16] haber pescado otro libro mío y publicarlo en Concepción. Y digo publicar, en el sentido completo de la palabra. Algo que no hacen las grandes editoriales, que es pescar un borrador y publicarlo por su cuenta. A Armando Uribe le debo el no haber publicado mi primer libro, del cual, en esos talleres, quedó solamente el título. El libro se llamaba Con lágrimas en los anteojos y gracias a él no lo publiqué, lo cual se lo agradezco.
Aparte de esta cosa, que puede sonar muy personalista, este reencuentro tiene un carácter generacional. La bullada generación del 50 fue así, bullada, en narrativa. Sin embargo, estos poetas del 50, tan importantes en la literatura nacional, no se encontraron jamás en una cosa pública. No tuvieron un Lafourcade[17] que los moviera. Y no tendrían por qué haberlo tenido. Ellos no hicieron esto, no afrontaron esta situación. La primera vez que ellos se presentan en público y son estudiados es en la Universidad Austral, en el Primer Encuentro de la Poesía Joven, en 1965. Allí asisten todos. Allí me corresponde presentar a Armando Uribe. Una presentación más bien simbólica porque llegaron los textos pero no él. Dos de los poetas invitados no asistieron a aquel primer encuentro. Uno, Miguel Arteche. Otro, Armando Uribe. De manera que, históricamente, aquella parte trunca de ese primer encuentro se completa en este encuentro de Chiloé, lo que me parece admirable, poco casual, por lo tanto, poético.
En los poemas de Armando Uribe, nosotros veíamos aparecer en la práctica algunas cosas que hoy pueden encontrarse en los estudios teóricos. Por ejemplo, la famosa desacralización del yo, de la que--con respecto a nuestra poesía--se viene hablando desde hace bastante tiempo. Eso lo veíamos surgir en aquellos tiempos en la poesía de Armando Uribe. Así lo veían, no los teóricos sino el público mismo. La primera presentación pública de esta poesía se hizo en Santiago, parece que a raíz de un concurso nacional. Cuando se paró Armando Uribe a leer su texto produjo una gran hilaridad por lo cual se pudo escuchar muy poco de lo que leyó. No logro entender por qué, porque eran unos versos muy santos que empezaban así: "Don Quijote fue arañado por un gato, a quien creyó doncella fogosa y enamorada." Bueno, en el Teatro Municipal de aquellos tiempos produjo una gran hilaridad. Hablando en plata, ¡quedó la escoba![18] En aquella oportunidad en la Universidad Austral, después de hacer la presentación y de leerse los poemas, el maestro de ceremonias, mucho más hábil que yo seguramente, dijo: "A continuación, se pone en debate la poesía que hemos escuchado." Y en ese momento se oyó una voz catedrática en medio del salón que preguntó: "¿Es poesía eso?" Cito estas cosas porque nos ubican un poco en lo que esta y otras muchas poesías produjeron, en su momento, cuando se dispararon por primera vez. Hoy día el oído del lector está más adiestrado, tiene más experiencia.
Armando Uribe Arce publica su primer libro, Transeúnte pálido, en 1954. En 1956 aparece El engañoso laúd. Se queda callado un tiempo y en 1962 aparece en España su libro Los obstáculos. Hace un rato un querido amigo poeta le pasó para que le firmara un ejemplar del libro que debe ser el más divulgado: No hay lugar, que publicó la Editorial Universitaria en 1972. Esa es la obra publicada de Armando Uribe entre nosotros. Hay por medio unos cuadernitos chicos del Taller 99 y otras cosas así.
Este Armando Uribe tiene para mí varias sorpresas. Primero, se caracterizó en su tiempo por apretar al máximo lo que se podría llamar el poema breve, el poema epigramático. Lo ponía en una prensa chilota[19], chichera, y no quedaba casi nada del poema. Pero eso que quedaba era justamente el detonante que impactaba al lector. Con esto quiero decir que el verso es corto porque ya no hay nada más que decir. Por ejemplo: "Después de muertos, hierba,/ y después alguien pisa la hierba,/ y en el cielo azul cantan los pájaros gozosos." Versos cortos o largos, no sé yo. Ahí se termina y ya no hay nada más que decir, como en aquel chispazo que me parece maravilloso: "Mi mujer espera un hijo./ Yo también lo espero."
Bueno, este Armando Uribe que como ustedes lo ven anda siempre premunido de uno que otro texto inédito[20], me mostró una vez un texto así tan largo, pero ahora ya no le creo porque esos versos enormes, sin punto aparte, que aparecían en la página, después los vi editados en No hay lugar en la forma de textitos breves que muchos conocen. Cuento esto porque me parece una nota fundamental de su trabajo. Es un poeta riguroso. Riguroso con los demás y riguroso con él. Usa, ya no el lápiz y la goma como decíamos en la mañana, sino la tijera, a veces en forma escandalosa sacrificando o podando su producción.
Este poeta se va al extranjero con un cargo diplomático[21]. El pertenecía a la diplomacia desde mucho antes. Era lo que llamamos un funcionario de carrera. Y en este sentido lo fue literalmente porque tuvo que salir corriendo y no vuelve más al país. No vuelve y había razones para esperar que le fuera difícil volver. Se le quita la ciudadanía, se le devuelve la ciudadanía. No sé hasta qué punto se podrá quitar la ciudadanía ni hasta qué punto devolverla, pero así fue. Lo vemos raramente en revistas literarias. Se le ve más en el foro internacional. El primero, diría yo, con una palabra quemante de condenación, lo que le trae todos estos problemas. De manera que estamos bastante despistados en relación a lo que ha sido su poesía.
Bueno, so pretexto de la existencia de "Chile Crea,"[22] se dan las condiciones para que fuera difícil decir: 'Este sí entra y éste no entra,' y en ese lote ha cruzado la frontera este poeta que hoy tenemos aquí.
Me interesa decir que estuve en varias de esas actividades [se refiere a las organizadas en el marco del "Chile Crea"] y en ninguna se vio a Armando Uribe. Nos corríamos el dato, que Jorge Montealegre[23] le había contado a alguien, "que está aquí, que está allá, que aquí está el teléfono de su mamá." Por lo tanto, cuando vi que yo tenía que hacer un aporte en este encuentro, pensé "esta es la ocasión de mandarme la parte[24], de hacer un aporte importante consiguiendo que Armando Uribe llegue allá, no trasvasijado en lo que yo pudiera entregar de él sino en presencia." De manera que lo que tenemos esta tarde es producto de una llamada telefónica, una cita, encontrémonos en la Estación Metro Los Leones a tal hora, una conversación gratísima y la posterior llamada telefónica a mi querido amigo Carlos Trujillo: "Oye, tenemos tal novedad. ¿Qué te parece? ¿Va o no va?"
Armando Uribe, en ese momento, me dice: "Pero hombre, si entre mis sueños, más que planes, entre mis sueños está que yo tengo que ir a Chiloé, que es la tierra de mis mayores. De alguna manera mi familia llegó ahí en el siglo XIX, y de ahí se empezó a mover lentamente."[25] ¡Del siglo XVII!, aclaremos las cosas. ¡Del siglo XVII! Mucho antes de que la mía anduviera por aquí. De manera que para los poetas jóvenes, para los poetas muchachos, para los compañeros de generación, como Miguel Arteche, para todos, tendrá un sentido distinto pero valioso tanto el hecho de que esté aquí Armando Uribe como la situación afectiva por la cual llega. Yo no quiero meterme en más conflicto. No quiero aventurar un solo juicio que después pueda ser negado por los textos que lea y que yo no conozco, y porque el tiempo estará mejor aprovechado en escucharlo a él. Sin embargo, todas estas cosas afectivas que se cruzan me permiten, so pretexto también de esta presentación, salirme totalmente de mis casillas y hacer algo que no hago jamás, que es leer en público un poema antes de que pase cinco años escrito, por lo menos. Bueno, este texto fue escrito esa tarde de vuelta hacia mi casa y con el mayor descaro lo leo aquí:
ENCUENTRO CON ARMANDO URIBE EN UNA ESTACION DEL METRO
Ni flor en el ojal para reconocernos
entre rostros que emergen
ni una hoja de Pound
ni rama de laurel
húmeda en la mirada del encuentro
Sordo al dragón
de engañoso laúd publicitario
ciego al cóndor reducido a su pura rapiña
de frontera en muralla
vuelas traduciendo nuestro silencio
Pero ve, ven y vence los obstáculos
pálido transeúnte del exilio
regresa a la tu patria
al proceloso mar de tus mayores
ya sé que no hay lugar[26]
pero lo haremos.
Recital de Armando Uribe
Yo ahora estoy en un intríngulis. ¿De qué hablo? ¿Qué digo? ¿Qué callo? Mejor será que hable lo que callo. Y lo que callo son los poemas, para llamarlos así. Versos, que durante más de quince años he escrito.
¿Quién soy? ¿Dónde he estado? ¡Ya ni me acuerdo! Inmediatamente de venir a Chile oí un disco de Neruda. Yo tengo la manía siguiente. Nunca hablo en público sin mencionar a Neruda por la razón siguiente: porque tenemos un poeta nacional y un poeta nacional es aquel que se ha hecho casi todas las preguntas y que ha dado más que todas las respuestas. Y yo creo que ése es el caso de Neruda, por eso lo cito. Lo oí en un disco y decía, con la voz que todos le conocimos, "No hay perchas en mi habitación/ ni retratos de nadie en las paredes." Es un verso de Residencia en la tierra. Pero cómo no darse cuenta de que está hablando justamente de aquellos proscritos, desterrados, vomitados, como éramos nosotros. Como era yo. "No hay perchas en mi habitación/ ni retratos de nadie en las paredes." Les agrego que me gusta, particularmente el último verso porque dice "retratos de nadien", "retratos de nadien las paredes." El hecho es que, qué puedo decirles, qué he hecho. Ya ni me acuerdo. Yo creo que si he estado en alguna parte, he estado en parte alguna porque le llaman destierro. Perdonen que los latee[27] con esto. No es estar en otro país que el propio. Es no estar en ninguna parte. En ninguna parte, absolutamente. Y eso es lo que hemos pasado.
No me quejo nada. No me quejo nada porque después de todo la pasé en París esta historia (lo dice en tono muy irónico). Bueno, París. París para los señoritos, como dice Neruda. ¡No se trata de eso! ¿verdad? Uno lleva su propia ciudad y su propio lugar en donde ha sido triste. Lo lleva a todas partes. Y siempre camina por las mismas calles de las mismas ciudades o por las mismas eras del mismo campo. Lo que voy a hacer ahora, sin estar preparado. Aunque no venía preparado, como dicen los cementerios. Efectivamente no tenía la menor idea de lo que iba a leer, así al tun tún. Creo que una buena parte de lo que les voy a leer es de un libro que entresaqué de esto, un libro que no ha sido publicado todavía. Tal vez no lo sea pero tiene nombre. Es un libro de poesía religiosa, religiosa, religiosa. ¿De qué religión? ¡Sépalo Dios! Libro que se llama Por ser vos quien sois.[28] Esto viene del "Señor Mío Jesucristo." ¿A ver si se acuerdan?: "Señor Mío Jesucristo, Dios y Hombre Verdadero, Creador Padre y Redentor mío, ¡por ser vos quien sois!, etc., etc., etc." Se llama Por ser vos quien sois y lo que me gusta más a mí es que se puede decir en Chile Por ser vos quien soi. Bueno, entonces de ese libro les voy a leer algunas poesías completamente inéditas. Ninguna de éstas ha sido publicada nunca porque he terminado por pensar que tal vez pueda publicarlo, no sé. Ahora estoy publicándolos al decírselos a ustedes. ¡No se enojen, si son cosas de beatos!
Dicen los necios en su corazón
No hay Dios, regocijados,
Y planean males sin número y sin fin
Planean sobre los pobres como buitres
Son necios y más que necios pobres aves
¿Tú matas al cordero y no lo sabes?[29]
¡Pequeña glosa! ¡Les diré que me estoy transformado en un poeta versainas, ah! Todo tiene rima. Para que no se extrañen, paso a otro.
Ten piedad de mi estupidez
Ten piedad de mi aburrimiento
Te piedad de lo que te miento
Ténle piedad a lo que no es
Después . . .
Érase que se era yo en mis eras
Un niño creatura mal criada
Ah mala leche ah leche más que mala
Oh noche oscura oh noche más que negra
De mi esqueleto cada hueso cuentan
Con dedos de alquitrán dedos sin yemas
Paja molida me sofoca el alma.
Ahora uno de destierro, parece:
¿Quieres que muera para que no muera?
La tierra del destierro la desertas
Llena de gente pero tan desierta
Llena de gente sin forma incierta
Llena de gentes hace tiempo muertas
¡Urgente, Dios, de mí! ¿qué es lo que esperas?
A ver, voy a seguir al ojo, a tientas. No tengo idea, tengo unas marcas a los lados, ¿qué se yo? Por ejemplo, hay una línea que dice: "Dios, ¿por qué me has echado al abandono?" Eso tiene que ver con la cuarta palabra de Cristo en la cruz. Que dice "Eli, Eli, lama sabachtani", "Señor, Señor, ¿por qué me has abandonado? Dios, ¿por qué me has echado al abandono?"... ¡Ay , Señor, donde voy a encontrar otro!
Encuclillado en tu rincón aguardo
Señor mío tu santo advenimiento
Dios mío, nunca llega, sopla un viento
Que no es tu Santo Espíritu
Hay un cardo perdiendo plumas
Sólo sus raíces se agitan y me agito.
Su niño, su niñito, dime lo que hice
Dime, di lo que hice.
¡No se puede leer cualquier cosa suelta! No encuentro todas las cosas religiosas.
Recojo clips, elásticos, papeles
Querría empaquetarme con amarras
Más hojas de árbol y olas hieles
Y voy cojeando hacia tumba de marras.
[Mientras el Armando Uribe decide qué leer, Floridor Pérez comenta a la audiencia: "¡Perdón! El maestro dice, ¡me equivoqué, da lo mismo!" Y luego agrega: "Me acuerdo de una cosa que me dijo una vez que me maravilló. Una vez yo le mostré un texto de él publicado y le dije: "Mire, aquí hay una errata." "No te preocupes--me respondió él--; las erratas mejoran el texto." ]
Mejor voy a seguir con las patillas religiosas porque son más seguras, porque todo el mundo les tiene respeto, aunque digan puras leseras nomás.
A Dios elevo mis brazos sin brazos
Y soplo brasas sin brasas
Y corto sin árboles un bosque
Y los pedazos de mí se dicen
No vivir es corto.
Escribí uno que tiene una cochinada al final. ¡Es malo, pero, en fin!
Bajo tierra no se ama
Por debajo de la tierra
No se hace con amor el amor
Ni tampoco sin amor
No se hace nada bajo tierra
Es bajo y oscuro y repugnante
Ni trabajo ni estoy ocioso
Retorno a lo peor de lo peor
Me atraso y llega por casualidad
Un día del carajo.
¡Aquí hay muchos! Perdonen que haga el recuerdo, pero por qué no aquí en Chiloé y en cualquier otra isla del mundo, de Jorge Sanhueza[30]. No voy a leer nada de los poemas que tengo sobre el famoso Queque. Sin embargo dudo que ustedes hayan oído hablar de él. Fue--dicen--secretario de Neruda. ¡Pero, no! Fue corre, ve y dile de Neruda. ¡Era chiquitito! ¡Ah, el Queque! [dirigiéndose a Floridor] ¿Tú lo conociste? [luego le pregunta a Miguel Arteche] Tú, Miguel, ¿te acuerdas? Fue el que en un acto en la Escuela de Derecho de la Universidad de Chile, le pasó unas hojas a Gabriel González Videla[31] y le dijo, "¡Presidente¡ ¡Presidente! ¡un poema para usted!" Era el "Coral de Año Nuevo para mi patria en tinieblas" de Neruda, donde le dice a González Videla: "mezcla de rata y mono cuya cola peinan en Wall Street con pomada de oro..." Al Queque, porque era chico, no lo pillaron. Si no, lo hubieran pillado. (Luego sigue citando de memoria) "No pasarán los días sin que seas el montón de inmundicia evidente que el transeúnte evita pisar en las esquinas," le decía Neruda a González Videla[32]. ¡Ahora tenemos otros a quienes decírselos![33]
A ver, aquí hay uno bien beatito.
Los ángeles del cielo posan en los altares
Con ramas de ampolletas en las manos
Parecen señoritas solitarias
Los jóvenes estudiantes examinan sus tobillos
Acúsome, Padre, acúsome
¡Ustedes me dicen cuando se aburran! Además se me está acabando la saliva. Ya ven que elimino, todas estas páginas son páginas eliminadas. No llego nunca.
¿Y si Dios no estuviera en el Santísimo Sacramento?
Si Dios fuese una cosa sin nombre,
Un ser sin nombre
Si yo mismo siendo a su imagen
Fuere dolorosa figuración de un cero
De una cosa que no por infinita fuera menos precaria
Si Abraham no tiene seno donde mamar
La vida es espantosa
Tú, Dios, si eres ignoto
Ni eres Tú, ni eres Dios
Entelequia cuya cosa de todo ser carece
Peor que rosa temprana
Que marchita se hace pútrida.
El dios que me huasquea no es un dios
Es un ángel verdugo medio hermano del diablo
Que castiga y da una mano de azotes
Y ambos cantan a una voz Gloria In Excelsis Deo
Qué vergüenza para el Dios verdadero en que uno piensa
Y al que le reza infantilmente fiel
Pero él no es Él. Si hay Dios éste no es Él.
Oye, les prevengo que entremedio hay un poema en honor de Carlos Mondaca. No lo voy a leer pero les digo, porque hay que tener respeto a Carlos Mondaca[34] y a Francisco Contreras. Carlos Mondaca murió aquí en el Norte Chico[35]. Francisco Contreras[36], no sé si ustedes se acuerdan. Tal vez ni han oído el nombre. Este es un poeta chileno que se fue a París y que no pudo volver nunca porque no tuvo nunca la plata del pasaje de vuelta. Y que hacía unos articulitos--hablo de los años veinte o treinta--en una revista muy famosa en esa época que se llamaba Mercure de France. Eran unos articulitos de ocasión sobre literatura hispanoamericana y cosas así. Y a Ernesto Montenegro[37], que tal vez alguno de ustedes conoció en vida, espero que todos lo conozcan por sus libros.
Francisco Contreras era un poeta respetable. Tiene un sólo problema nomás, que es la cacofonía de su nombre, pero eso no es culpa de él sino de sus padres. Porque "el Coco," Franciscocontreras... ¡Discúlpenme! A ese propósito les voy a decir una cosa de la cual estoy convencido y que se me ocurrió que podría decírselas a ustedes aquí. Yo soy un convencido de que el castellano es cacofónico. El castellano que hablamos y escribimos los chilenos no es aliterado ni mucho menos literario. No hay aliteración en eso, no es más que cacofonía.
Dos ejemplos, lejos y bien por sobre lo que hemos estado leyendo. Uno de los mejores versos en lengua castellana es el del Canto Espiritual de San Juan que dice: "un no se qué que queda balbuciendo." "Que que que.." Otro verso, no inferior a ése, es el de Jorge Manrique que dice "que una vez olvidado da dolor." De modo que yo soy un convencido de que esta lengua nuestra es por su naturaleza cacofónica y eso es, por lo tanto, una parte de lo que yo he tratado de hacer. Tal vez lo han notado aquí con las versainas, con las rimas. He tratado de cacofonear lo que se cacofonea.
["¡Lea el de Mondaca!" le sugiere Floridor. Uribe le responde "No. El de Mondaca no. Sigamos con Dios. Mira que entre Dios y Mondaca, mejor Dios.]
Este es uno que tiene citas del Evangelio en las tres primeras líneas.
Como a corderos os mando entre lobos
Escritos vuestros nombres en los cielos
El polvo sacudid de vuestros pies
Y sucesivamente así los bobos
Se creen los discípulos del que Es
El que Es y arrastran a Dios por los suelos.
¡Voy a terminar ligerito, no se preocupen! Me queda uno con el Ángel de la Guarda.
El Ángel de mi Guarda
El más querido de los ángeles
Es también el peor
Porque es el único ángel que conozco
Y no lo veo nunca. Y él ¿me ve?
Yo creo en él por razones de fe
Cuando una mosca veo
Cuando un mosco me ronda
Es él me digo entonces. Por si acaso
En trance me quedo transido.
Muy de mañana me levanto y tomo mi desayuno
Es un café con leche con gusto a poco
El pan me lo como de a pedacitos
Y que Dios no me eche del mundo
Todavía yo le imploro
Y sale el sol con su ribete de oro.
Creo que les voy a leer el último porque está bueno ya de tanta lectura. ¡Si es que encuentro el último! No sé cuál es el último. El primer verso es literal de algún Testamento.
Clamo sin voz a quien no tiene oído
Le llamo Dios y me dice querido
Joven ya no tan joven tus deseos
Me parecen más bien tontos y feos
No tan altos, mejor es que te calles
Yo sigo silencioso con mis ayes.
Bueno. ¡Ahí se acabó! ¡Está bueno ya!
Diálogo de Armando Uribe con poetas y críticos
Yo no sé si corresponde a la estación del año del lugar donde estamos[38]. Si quieren hacer preguntas háganmelas, ¡destrúyanme, por favor! Yo creo que pueden tener una pregunta sobre las rimas y lo demás. Porque esta mañana alguien decía que el que rimara ahora sería pre-proto-vanguardia.
ARTECHE: A propósito de la rima. ¡Yo no sé qué es lo que pasa con la rima! ¿No? Parece que es una bestia negra. Yo creo que la mayor parte de la gente que habla de la rima no tiene idea de lo que es la rima y no sabe trabajar la rima ni sabe escribir poemas con rima. La rima es un instrumento más del oficio poético que a veces desaparece en la evolución de la poesía--me refiero a los textos que tienen rima consonante o asonante--y después vuelve a aparecer con la misma fuerza. Debo decir por ejemplo que los últimos poetas norteamericanos de la década del setenta y del ochenta han regresado a formas tradicionales de la poesía. Usan la sextina o el soneto y son perfectamente contemporáneos. Como lo han hecho los poetas ingleses, por lo demás. Ahora, en cuanto a lo que tú dijiste de la cacofonía, que el castellano o español es una lengua cacofónica. No creo que sea ni más ni menos cacofónica que otras lenguas. Yo podría decir en este momento un limerick[39] y tú sabes lo que es un limerick.
FLORIDOR: Antes de que intervenga Soledad (Bianchi)[40], yo quiero decir que me alegra que haya saltado a la palestra este asunto de la rima en presencia de poetas principiantes (para separar a los jóvenes de los poetas muchachos). Este prejuicio puede impedirles un desarrollo correcto. Grandes poetas chilenos escribieron ayer y hoy, y seguramente lo harán mañana, con rima. El mismo Alberto Rubio, por ejemplo. Alberto Rubio, para no citar a Miguel Arteche que ha escrito algunos de los mejores sonetos de nuestra poesía, usa la rima. La rima es un ropaje, ni más de menos que el de los curas. Los curas de antes andaban con sotana, después se sacaron la sotana y siguieron siendo curas. Ahora, yo podría ponerme una sotana y no por eso voy a ser cura. Así, mucha mala poesía se viste de rima y por eso no va a mejorar.
URIBE: ¿Puedo agregar algo? Es un ropaje que, a menudo, lo deja a uno pilucho. Quiero decir que si no funciona, uno está perdido, está mostrando el trasero. Hay un sólo argumento anexo en favor de la rima que yo he experimentado en mi propia vida. No digo escribiendo sino en mi vida. Por ejemplo, cuando hay un pie forzado. La última línea dijo "calles" y después uno busca... Lo que pasa es que la rima libera una parte del inconsciente y obliga a hacer que una terminación se parezca a otra, empuja hacia lugares incógnitos y, por lo tanto, la rima no es menos una operación del inconsciente que la asociación libre.
FLORIDOR: Esa es la forma de entender la rima como un medio de poner la palabra en el tiempo.
SOLEDAD BIANCHI: No es sobre la poesía que acabas de leer sino que pensando sobre todo en que hay poetas que se están iniciando y otros menos jóvenes, pero que también están en período de formación. Me gustaría que tú hablaras un poco de tus lecturas anteriores. Cuando empezaste. Porque entiendo que tú, además, tenías la suerte de leer en inglés, en francés y en italiano, por lo menos. Eso por un lado. Y por otro, que tú has tenido mucho contacto con poetas menores que tú. Por ejemplo, Floridor aludía a la generación del 60, Floridor, Federico Schopf, Manuel Silva Acevedo. Una serie de poetas que te reconocen y conocen tu obra muy especialmente. Pero, además, tu obra ha tenido bastante importancia en poetas que se iniciaron con posterioridad. Por ejemplo, Jorge Montealegre. Pero también en París, tú tenías contacto con otros poetas. Por ejemplo Waldo Rojas y Luis Mizón que aquí casi no se conoce. Esas son las preguntas. Una, las lecturas y, la otra, tu relación con poetas menores.
URIBE: Mira, yo estoy sumamente embarazado. Es criar guaguas esto de estar hablando de sí mismo de esta manera. Uno se transforma en una especie de huevo. Bueno, la verdad es que yo empecé a leer en otras lenguas, así al ojo no más. Lo que entendía entendía y lo que no entendía no entendía. Yo creo que no entendía una gran parte de lo que leía y eso fue sumanente provechoso para mí. Eso en cuanto a las lenguas. La verdad es que un cierto número de lenguas son perfectamente manejables por los poetas de lengua castellana en Chile. Y hablo de las lenguas llamadas romances. El italiano, el catalán, donde hay grandes poetas, el portugués, donde también los hay, y otros más, pero, por cierto, los franceses. Neruda, en su discurso cuando fue Doctor Honoris Causa en la Universidad de Chile, puso en los cuernos de la luna a Apollinaire. Ahora bien, cuando Neruda leyó a Apollinaire, al principio de los veinte, el francés que sabía era el francés de medio año en el Pedagógico nomás. Y sin embargo recibió estos efluvios, porque la poesía tiene... ¡qué sé yo lo que tiene! Resulta que se contagia como las peores de las pestes.
ARTECHE: Armando, perdona la interrupción. Sin embargo, tradujo a Anatole France.
URIBE: Sí, tienes toda la razón.
ARTECHE: ¡Yo no sé cómo tradujo a Anatole France!
URIBE: ¡Yo creo que lo adivinó!
ARTECHE: ¡Si sabía tan poco!
URIBE: ¡Yo creo que lo adivinó!
URIBE: Tradujo también inglés el Neruda. Ahora, el inglés dicen que es más complicado, ¡yo no sé! Pero no importa que no haya sido buena su traducción. No cabe ninguna duda que Neruda en su gran poesía épica tiene reflejos muy fuertes de la poesía profética de Blake.
BIANCHI: Perdona, yo quiero que menciones autores.Tú escribiste un libro sobre Pound, pero nombra a otros autores que fueron importantes para tu obra.
URIBE: La verdad es que no sabría decirte. Te tendría que contestar El Quijote, La Biblia, no sé que otro libro más. No sé. No tengo la menor idea. Yo creo que es esencial leer en forma voraz, omnívora, no porque la poesía sea hecha de palabras sobre el papel sino porque de esa manera uno tiene los parientes que se merece y no sólo parientes de azar. Si ustedes me perdonan hacer el paréntesis aquí, relativamente, yo soy respecto a ustedes un pariente de azar nomás, porque llegué aquí. Pero uno tiene que buscarse sus parientes más allá del cuerpo presente. Ahora paso a los poetas de cuerpo presente.
Yo no puedo dejar de hablar de dos o tres poetas chilenos, poetícolas. Uno es un individuo más misterioso que la Mandrágora,[41] David Rosenmann Taub. Seguro que tal vez de oída lo conocerán. Este es un poeta absolutamente notable que desapareció del mapa de la literatura publicada en Chile porque una vez le dieron una pateadura en el curso de un recital de sus en Santiago. Llegaron los surrealistas y le dieron una pateadura. Los surrealistas, por lo demás, son de lo más realistas. Tan realistas que hasta se han muerto. ¡Qué barbaridad! El hecho es que le pegaron tan fuerte que decidió desaparecer. Rosenmannn había publicado tres libros en el curso de dos años. El primero, Cortejo y epinicio, y dos más, en Cruz del Sur. Rosenmann, que había publicado estos libros notables, desapareció del mapa de tal manera que uno creía que estaba muerto. Yo creía que estaba muerto y como se trataba de hacer una pequeña colección de poemas con los grabadores del Taller 99, empecé a buscar los inéditos póstumos creyendo que se había muerto. Entonces le pregunté a Alberto Rubio, con quien antes había hablado de él: ¿No sabes cómo se pueden obtener los póstumos de Rosenmann? ¿Qué póstumos?, me dijo, si yo lo veo todas las semanas. Estaba vivo y sigue vivo. Lo que es más sorprendente todavía porque han pasado treinta años.
No está más en Chile. Se fue a California donde yo creo que es un santón de alguna secta. Esa es mi opinión pero no entro en detalles. Pero ha seguido escribiendo y, lo que es más curioso todavía, publicando en una editorial que fue creada en parte para publicar sus poemas. Es una editorial que se instaló en Buenos Aires, lo que permitió que ni los chilenos ni los argentinos ni nadie más supiera nada de estos libros. Y así como tú me señalabas, Miguel, Cortejo y epinicio es un libro chico, muy bonito, hecho por Cruz del Sur. Coloradito por atrás. Publicó el mismo libro porque le habían robado los poemas. Publicó escribiendo de nuevo sus poemas de los veinte años, pero escribiéndolos de una manera que los hacía poemas realmente nuevos. Lo publicó en Buenos Aires pero yo creo que este libro no le llegó a nadie en Chile. Después publicó tres libros más de poesía. De uno se hizo un pequeñísimo comentario en Chile. Yo lo sé por recortes que me llegaron a París. Fue un análisis de Hernán del Solar--¡muy buena persona!--que puso bien a Rosenmann. Dijo, "este libro está muy bien y me parece muy bien que se lo haya dedicado a James Joyce." Efectivamente el libro estaba dedicado a Joyce, pero se trataba de un tal Joyce Pérez. Por ese tipo de malentendidos se ha maltratado la memoria del gran poeta David Rosenmann Taub.
Perdónenme que me detenga en él porque creo que en parte respondo la pregunta de Soledad. Entre otras cosas porque estuvimos juntos cuando Rosenmann llegó a París en un viaje célebre y también estuvimos juntos con el poeta Mizón. El poeta Mizón, les voy a decir en pocas palabras, no sé si ustedes .lo conocen como persona o no. Voy a hablar bien de él, pero les voy a decir primero una cosa que es muy característica de su persona no de su poesía. Es una de esas personas--me decía una amiga--que uno le da la mano, él le toma el codo y un segundo después está arriba de un coche de guagua y uno está empujándolo. Su poesía en cierto modo es eso también. Una gran poesía guardabajo, coche de guagua que cae oblicuo por un cerro de Valparaíso. Mizón es de Valparaíso y ha publicado cinco libros en francés con el texto en español al frente. Sus libros son libros de gran poesía chilena y yo siento que aquí nadie lo conoce.
ARTECHE: De David Rosenmann, perdonando que me mande la parte, hace 35 años que yo escribí sobre él como un notable poeta. Me alegro de que lo hayas descubierto. (El público ríe)
URIBE: Si yo no fuera vanidoso te diría hace 35 años que lo descubrí, pero hace 35 años yo era un niño de teta. (Risas y aplausos)
SOLEDAD: En el encuentro del 65, Armando escribió sobre Rosenmann Taub[42].
FLORIDOR: Claro. Eso es lo lo que yo le iba a decir a Arteche. En ese encuentro al que ninguno de los dos personajes Uribe y Arteche se dignó ir. (Se refiere a Uribe y Arteche). Es importante cómo se cruzan los nombres, las fechas. Justamente Armando Uribe hizo esa vez la presentación de Rosenmann Taub.
URIBE: ¡Ves tú, se apagó hasta la luz! ¡Tanto destello salió de los personajes que se apagó la luz!
ARTECHE: Yo voy a alumbrar al poeta aquí para que no se lo roben. (Arteche se acerca a la mesa donde esta Uribe alumbrándole la cara con una linterna diminuta)
URIBE: ¡Siéntate aquí, Miguel!
[Un corte de luz provocado por la tormenta que afecta a toda la ciudad produce una interrupción momentánea de la conversación. Al retomarse el diálogo, alumbrado por velas que han conseguido los poetas Mario Contreras Vega[43] y Carlos A. Trujillo, el tema es la Academia Literaria del Colegio Saint George[44] y su creador, el poeta Roque Esteban Scarpa[45]]
URIBE: Una academia literaria. Que yo sepa, había un ejemplo de academia literaria en los colegios de Santiago, puede ser que hubiera más--estoy hablando de los colegios de curas--, era la academia literaria de los padres franceses, dirigida por el padre Damián que era un personaje verdaderamente ridículo. Allí se escribía poesía como de Núñez de Arce. Lo más avanzado de la literatura (con tono muy irónico). Scarpa tenía más aptitudes, criterios notables, sorprendentes y más densidad poética. Tal vez ustedes no se imaginen, pero Scarpa es un poeta interesante. Su primer libro es notable, El mortal mantenimiento. Yo no sé si lo han oído o visto alguna vez. ¡Es notable! Un verso dice "anémonas marinas." Yo le dije una vez a Scarpa. "Oiga, usted sabe que se dice anemonas." Y el me respondió muy enojado, "¡jamás!, ¡yo voy a cambiar el diccionario de la academia!, ¡no puede ser!"
Bueno, este caballero decidió hacer una academia literaria. Entre las primeras personas que estuvieron en ese grupo--hablo de los años 47 ó 48--estaban el actual cura Ibáñez[46], que entonces era un niñito muy bonito pero que se había quebrado algo aquí, así que tenía una especie de sombrero de yeso que le salía aquí en toda la espalda. Así que no podía mover la cabeza así, y se quedó con ese movimiento de cabeza. Estaban algunos otros poetas como Hernán Montealegre, el hermano mayor de Jorge. Había otros prosistas. Estaban Carlos Ruiz Tagle y un autor de teatro que desgraciadamente murió. Jaime Silva, que era un muy buen autor de teatro.
FLORIDOR: ¡No ha muerto!
URIBE: ¡Lo maté! ¡Lo maté!
JORGE TORRES: ¿El de El Evangelio según San Jaime?
URIBE: ¡Claro!
VOCES: "¡Nada que ver! ¡ No ha muerto!"
URIBE: ¡Imagínense lo que significa la ausencia! Una de las cosas que significa estar en otro país es que uno no sabe si la gente se ha muerto o sigue viva. Yo daba por muerto a Enrique Espinoza, ése que era director de la revista Babel. Un hombre con mucho criterio, íntimo amigo de González Vera. Lo di por muerto el 78. ¡No sé por qué! Tal vez porque tuvimos un cambio de cartas y la carta de él era muy triste. Tal vez me dije, después de esta carta no puede sino morir y resulta que hace recién un mes y medio vi "Defunción, Enrique Espinoza." ¡Acaba de morirse y yo lo daba por muerto de hace diez años! Bueno, volvamos al asunto de la academia. ¡De las academias, líbrenos, Señor!
Allí se juntó gente de la misma edad. Más o menos de 15, 16, 17 años, no más. Pero a Scarpa le vino la idea. Yo les voy a contar incluso por qué. Este es un secreto pero no tiene por qué ser un misterio. A Scarpa le vino la idea de publicar un libro de conjunto de los que escribían en ese grupo, entonces publicó esa antología que se llamó, ¡nombre ridículo!, El joven laurel[47]. ¡Completamente ridículo! Vieran ustedes todo lo que sufrimos nosotros con las niñas con las cuales salíamos. "¡Así que tú eres joven laurel!" Publicó esa antología, después otra y después creó una Colección El Joven Laurel.
¿Cuál era la idea de Scarpa? Una idea que no carece de sentido político. Me lo contó muchos años después pero antes del golpe de estado. En realidad lo que él perseguía con esta academia era darle lugar a que escribiera gente joven. Pero también, me dijo, fue porque la poesía en verso y la literatura en general es un monopolio total de la izquierda. ¡Ustedes van a recibir esto que les cuento como quieran, pero esas fueron sus palabras! "¡Y resulta que tiene que haber poetas católicos!"
Yo se los señalo, porque esta mañana hicieron una observación del peso enorme que tienen las circunstancias sociales y políticas en el marco de referencia de cualquier poeta. Esta mañana yo creo haber entendido bien esa referencia. Esto no quiere decir que todo poeta sea un poeta político. No lo creo. Pero la polis no está ausente de nadie, aunque sea una polis rústica y vulgar, aunque no sea una ciudad. A mí no me cabe la menor duda de que esas consideraciones ideológicas y políticas tienen un papel importante. Y yo considero que compensando a unos con otros de los que están aquí, una parte de lo que nos mueve es de ese orden. No digo lo único, no digo lo principal, pero una parte nos condiciona de esa manera.
Lo que quería Scarpa era que hubiera jóvenes católicos poetas. Yo he seguido siendo católico hasta el día de hoy, pero no soy un joven católico. No porque no sea joven sino porque no soy "deso." [Risas del público]. Y los demás que he mencionado siguieron cada uno su camino. Ahora, ése fue un verdadero taller literario. Esa es la verdad de la verdad y funcionó alrededor de diez años, entre el 47 y el 57, en que nosotros, ya grandulones, seguíamos yendo con los más jóvenes, a oírlos, a ese Colegio San Jorge. ¡Todas estas son cosas de colegios de ricos, ah! Porque ni el tiempo ni el lugar ni la sede ni la disposición habrían existido si no fuera por esta razón. Eso no quita que pueda haber talleres para menos ricos. Por cierto, eso no quita que la poesía sea patrimonio de todos y no privilegio de algunos. Pero a mí me interesa particularmente esto que les he contado de que la finalidad ideológica de Scarpa era que hubiera poetas jóvenes católicos, porque yo creo que esa dimensión no es que sea necesaria, no es que sea indispensable, pero es inevitable. Y yo creo que lo es nás todavía en la circunstancia de nuestro país en los últimos 15 años. Inevitable, inevitable.
Yo les he leído puras cosas para curas [se refiere a la lectura que acababa de hacer], pero lo que he publicado, lo poco que he publicado en estos quince años, en revistas de afuera en francés y en castellano, ha sido todo deliberadamente político. Tal vez malo, no lo sé. Me da lo mismo. Pero no se trataba de seguir volando con las gaviotas y ¿qué mas se puede decir? Hasta ahí llego. No sé si estés satisfecho.
[En ese momento vuelve la luz y Floridor Pérez informa]
FLORIDOR: Ha llegado la luz, hay otro acto, no se ha ido la lluvia pero los organizadores nos proveerán de un bote para trasladarnos[48].
OSCAR GALINDO: Una cosa simplemente. Carlos Trujillo acaba de ir a la Casa Parroquial para avisar que la actividad siguiente se va a realizar también aquí para no tener que salir con esta lluvia.
FLORIDOR: Me parece una gran idea. Yo agradezco a Dios, tan mentado aquí, para no agradecerles ni a ustedes ni a él que todos nos hayamos podido reunir.
Carlos Alberto Trujillo
Villanova University
[1]Poeta chileno de la generación de 1950. Embajador de Chile en China al momento de producirse el golpe de estado, por lo que la dictadura le quitó la nacionalidad chilena y prohibió su ingreso al país. Ha sido catedrático de las Escuelas de Derecho de la Universidad de Chile y la Universidad Católica (ambas en Chile) y de la Universidad de La Sorbona ( París). En su calidad de abogado internacionalista y de ex-diplomático tuvo una destacada participación en organizaciones internacionales de defensa de los derechos humanos. Entre sus libros de poesía se cuentan: El engañoso laúd (1956), Transeúnte pálido (1962), Los obstáculos (1966), No hay lugar (1972) y Por ser vos quien sois (1990).
"Es el único chileno profesor titular en la Universidad de La Sorbona. El que en 1973, siendo diplómático de carrera y embajador en pekín, no reconoció la Junta de Gobierno en Chile. El que provocó una investigación del senado estadounidense por la publicación de su documentada obra El Libro Negro del Intervencionismo Norteamericano en Chile. (Olga Araya Céspedes, Armando Uribe", YA, Revista Femenina de El Mercurio, N 345, 24 de abril de 1990, p.7)
[2]Floridor Pérez, poeta chileno que además de desarrollar su propia obra ha sido uno de los principales impulsores y guías de las más jóvenes generaciones de poetas chilenos. Ha participado en la mayoría de los encuentros de poetas, principalmente en el sur, pasó un año en Concepción como escritor en residencia y, con Jaime Quezada, ha dirigido el Taller Literario de la Fundación Neruda, desde sus comienzos. Entre sus libros de poesía se cuentan: Para saber y cantar (1965), Cielografía de Chile (1973), Chilenas i chilenos (1986), Cielografía de Chile (poesía para niños también) (1987), Cartas de prisionero (1984, 1985,1990), Memorias de un condenado a amarte (1993).
[3]Entre los primeros están el Taller Literario "Aumen" (Castro, abril 1975. Directores: Carlos Alberto Trujillo y Renato Cárdenas Alvarez), Taller Literario de la Municipalidad de Temuco (Temuco, 1975, Director: Víctor Molina Neira), Taller de Letras Ariel (Santiago, 1975, Director: Luis Alejandro Iglesias), Grupo "Chaicura" (Ancud, 1976, Director: Mario Contreras Vega), Agrupación de Escritores Jóvenes, (Santiago, 1976).
[4]Del primero que tengo noticia es del Primer Certamen Nacional de Poesía Inédita organizado por el Taller de Letras "Ariel" de Santiago en 1975. Ese año el ganador fue Carlos A. Trujillo. Más tarde lo obtuvieron José María Memet, Jorge Torres y Eduardo Llanos Melussa, entre otros.
[5]El Primer Encuentro de Poesía Joven de la Zona Sur (Valdivia, 8-9 agosto, 1977) organizado por el Instituto de Literatura Universal e Iberoamericana de la Universidad Austral de Valdivia y el Primer Encuentro de Escritores en Chiloé (Castro, 5-7 agosto,1978) organizado por el Taller Literario Aumen , fueron de los primeros en romper el silencio.
[6] Poesía Joven del Sur de Chile, Universidad Austral de Cile, 1978. Incluye a Nicolás Miquea, José María Memet, Farid Hidd Nassar, Gustavo Adolfo Becerra, Sergio Mansilla Torres, Germaín Flores Vera, Clemente Riedemann, Nelson Vásquez Torres, Milagros Mimoca Soto y Mario Contreras Vega.
[7] Conviene notar que los Encuentros de Poetas del Sur organizados durante más de una década por el Instituto Profesional de Osorno,e impulsados primeramente por iniciativa del profesor y poeta Gabriel Venegas Vásquez la mayoría de las veces publicó una antología de los poetas participantes.
[8] Para mayor información sobre los Encuentros de Escritores en Chiloé (1978 y 1988) véase: Zelda I. Brooks, Carlos Alberto Trujillo: Un poeta del sur de Sudamérica, Potomac: Scripta Humanistica, 1992.
[9] Este encuentro reunió en Castro, Achao y Quellón a medio centenar de poetas de tres generaciones, con representates de Arica a Chiloé. Entre los mayores, estuvieron Miguel Arteche, Armando Uribe Arce y Floridor Pérez. También participaron los académicos Soledan Bianchi, Iván Carrasco y Gabriel Venegas Vásquez.
[10] Sin embargo, gracias a la colaboración de Roberta Bacic se hizo un video titulado Entre lluvias y arcoiris (que es también el título de la antología de poetas jóvenes chilenos hecha por Soledad Bianchi).
[11] Miguel Arteche (Nueva Imperial, 1926), es uno de los principales poetas de la generación del 50. Premio Nacional de Literatura en 1996. Estudió literatura en la Universidad de Madrid (1951-1953) y fue allí agregado cultural de la embajada de Chile (1965-1970). Entre sus libros de poesía se cuentan: Solitario mira hacia la ausencia (1953), Destierros y tinieblas (1963), Antología de veinte años (1972), Noches (1976) y Tercera antología (1991). También ha incursionado con éxito en la novela y el ensayo.
[12] Es decir entre 1962 y 1971. El Mundial de Fútbol de 1962 tiene una especial signicación para los chilenos. Chile fue sede de ese evento en el que el equipo nacional ocupó el tercer lugar, que es el puesto más alto conseguido en su historia futbolística. No está de más señalar que luego del Nobel, Neruda fue recibido y homenajeado por sus compatriotas en el Estadio Nacional, el mismo recinto donde se diputaron las finales de ese mundial. En 1973, ese mismo estadio sería usado como campo de concentración de prisioneros políticos.
[13] El programa del Encuentro de Escritores en Chiloé (1988) también ofreció talleres literarios dirigidos por Miguel Arteche y Floridor Pérez. Para ambos dirigir talleres literarios se ha vuelto en las últimas décadas una parte importante de su trabajo.
[14] Jorge Teillier (1935-1996) es uno de los poetas de mayor significación entre los de la generación del 50, como también uno de los que ha ejercido mayor infl;uencia en las generaciones posteriores. Entre sus obras se cuentan: Para ángeles y gorriones (1956), El árbol de la memoria (1961), Poemas del país de nunca jamás (1963), Muertes y maravillas (1971), Para un pueblo fantasma (1978), Cartas para reinas de otras primaveras (1985), y Hotel nube (1996).
[15] Poli Délano, autor de numerosas novelas y libros de cuentos. Entre sus publicaciones tenemos: Cero a la izquierda (1966), Cambalache (1968), Como si no muriera nadie (1987), Casi los ingleses de América (1990). Fue presidente de la Sociedad de Esscritores de Chile.
[16] Omar Lara, figura fundamental del ambiente literario chileno de los sesenta. Líder del grupo Trilce de Valdivia que con el auspicio de la Universidad Austral de Chile mantuvo una publicación periódica de poesía, organizó varios encuentros nacionales de poetas y transformó a Valdivia en epicentro de la poesía chilena de la generación del sesenta.
[17] Enrtique Lafourcade. Uno de los más fecundos novelistas chilenos y el más polémico. Entre sus obras se cuentan Pena de muerte (1952), Para subir al cielo (1958), El príncipe y las ovejas (1961), Invención a dos voces (1963), Novela de Navidad (1965) y Palomita blanca (1971).
[18] Hablando en plata, quedó la escoba, quiere decir: la verdad es que se armó un tremendo escándalo.
[19] Se refiere a la prensa de madera en la que se exprime la manzana molida para hacer la chicha. La chicha de manzana es la bebida más común en el campo chilote.
[20] El presentador, irónicamente, apunta al gran volumen de hojas mecanografiadas con sus poemas inéditos que Uribe Arce tiene sobre la mesa. De esos cientos de hojas elegiría los que iba a leer.
[21] Como representante de los gobiernos democráticos anteriores a 1973.
[22] Gran encuentro artístico-cultural realizado en Santiago en 1988 que posibilitó el ingreso a Chile de muchos creadores, artistas y trabajadores culturales chilenos, que tenían prohibido ingresar al país. Algunos de ellos, como Armando Uribe Arce, no habían podido estar en el país desde antes del golpe de estado (11 de septiembre de 1973).
[23] Jorge Montealegre (1954), ha publicado Huiros (1979), Lógica en zoo (1981), Astillas (1982), Exilios (con Bruno Serrano, 1983), Título de dominio (1986) y Bien común (1996).
[24] Mandarse la parte (chilenismo): Presumir, hacer algo muy bueno.
[25] En este preciso momento, Armando Uribe interrumpe a Floridor Pérez para corregirle la fecha de llegada de sus parientes a Chiloé: "¡Siglo XVII! ¡Perdón!" A lo que Floridor responde con su típica socarronería: "¡Perdón! Es que la familia mía llega hasta como el año veinte no más, por eso de ahí para atrás..."
[26] He puesto en cursiva kos títulos de los cuatro libros de Uribe (todos los que había publicado haste ese momento) que Floridor Pérez cita en el poema.
[27] Latear (chilenismo): Aburrir. Latero: Aburrido.
[28] Fue publicado en 1990 por la Editorial Universitaria de Santiago.
[29] Puede que el corte de los versos en esta transcripción y los poemas en sí mismos no coincidan exactamente con los del volumen Por ser vos quien sois (1990). Los he transcrito tal como fueron leídos y he cortado los versos de acuerdo a las pausas de la lectura.
[30] Jorge Edwards, refiriéndose a Jorge Sanhueza dice "era una especie de animador cultural de nuestro tiempo, escribió poco, pero estaba metido en el mundo literario, era muy inteligente, perceptivo, memorista, un tipo particular que después se transformó en fanático de Neruda, se hizo político y dejó de tener la importancia que tuvo en esos tiempos." (Eduardo Godoy Gallardo, La generación del 50 en Chile. Historia de un movimiento literario. (Narrativa), Santiago: La Noria, 2a ed., 1992, pp.351-52.
[31] Gabriel González Videla (1899-1987), "... afiliado al partido radical, fue Presidente de Chile entre 1946 y 1952. Uno de los fundadores del Frente popular, varias veces diputado, presidente de la Cámara y embajador. Pablo Neruda y él se conocieron en Francia en 1939, donde colaboraron en la operación de rescate de los refugiados españoles a bordo del buque "Winnipeg". En 1947, en clara ruptura, el gobierno de González Videla, con apoyo del Senado, proclamó la "Ley de Defensa de la Democracia"por la cual se declaró ilegal al Partido Comunista, se persiguieron a sus miembros (entre ellos al propio Neruda) y se rompieron relaciones diplomáticas con los llamados países socialistas. (Pablo Neruda, Canto general, edición de Enrico Mario Santí, Madrid: Cátedra, 1990, p.364.)
[32] Aquí se le ha producido un lapsus al poeta, la cita no corresponde al "Coral de Año Nuevo para la patria en tinieblas" sino a "González Videla el traidor de Chile (Epílogo) 1949", que cierra la Sección V del Canto General, que se titula "La arena traicionada." El poema dice: "Triste clown, miserable/ mezcla de mono y rata, cuyo rabo/ peinan en Wall Street con pomada de oro,/ no pasarán los días sin que caigas del árbol/ y seas el montón de inmundicia evidente/ que el transeúnte evita pisar en las esquinas"."
A pesar del tiempo transcurrido Neruda no lo trató mejor en Confieso que he vivido: "El presidente de la república, elegido por nuestros votos, se convirtió, bajo la protección norteamericana, en un pequeño vampiro vil y encarnizado. Seguramente sus remordimientos no lo dejaban dormir, a pesar de que instaló, vecinas al palacio de gobierno, garconnieres y prostíbulos privados, con alfombras y espejos para sus deleites. El miserable tenía una mentalidad insignificante, pero retorcida. En la misma noche que comenzó su gran represión anticomunista invitó a cenar a dos o tres dirigentes obreros. Al terminar la comida bajó con ellos las escaleras de palacio y enjugándose unas lágrimas, los abrazó diciéndoles: "Lloro porque he ordenado encarcelarlos. A la salida los van a detener. Yo no sé si nos veremos más." (Pablo Neruda, Confieso que he vivido. Memorias, Buenos Aires: Losada, 1974, p.238.
[33] En ese momento, esos otros eran Augusto Pinochet y los miembros de la Junta Militar.
[34] Carlos Mondaca (1881-1928), autor de Por los caminos (1920), Recogimiento (1920) y Poesías (1931).
[35] El poeta ha regresado temporalmente a Chile después de larga ausencia, así que ese "aquí" se debe entender como "aquí en Chile", en esta larga faja de tierra que es la patria chilena, y no como un lapsus en que haya incurido el poeta. El recital ocurre en Chiloé (zona austral de Chile), es decir a unos dos mil kilómetros al sur del Norte Chico.
[36] Francisco Contreras (1878-1933), Fue el seguidor más fiel de darío en Chile. Publicó una biografía de Rubén Darío y numerosos libros, entre los que se cuentan: Luna de la patria y otros poemas, Los países grises, Almas y panoramas y El pueblo maravilloso.
[37] Ernesto Montenegro (1885-1967). Periodista, crítico y cuentista de la generación del 900. Autor de Cuentos de mi tío Ventura (1933), Puritania (1934) y De descubierta (1951).
[38] Recién llegado al crudo invierno chilote desde el verano europeo, no sabe si es prudente iniciar un diálogo con el público a esa hora, ni si se usa en esos lares. Son aproximadamente las siete y media de la noche, llueve torrencialmente y en la sala del recital no hay más calefacción que la de un pequeño calentador a gas.
[39] Limerick: quintilla jocosa.
[40] Soledad Bianchi, profesora de literatura de la Universidad de Chile. Ha publicado: Entre la lluvia y el arcoiris. Antología de jóvenes poetas chilenos (1983), Poesía Chilena. Miradas, enfoques, apuntes (1990) y La memoria: Modelo para armar. Grupos literarios de la década del sesenta en Chile (1995).
[41] Se refiere al grupo surrealista Mandrágora formado por Braulio Arenas, Teófilo Cid y Enrique Gómez Correa.
[42] Para la "Presentación de David Rosenmann Taub" que hiciera entonces Armando Uribe, véase Poesía Chilena (1960-1965). Ediciones Trilce, Santiago: Editorial Universitaria, 1966, pp. 88-96. La presentación titulada "Armando Uribe Arce: contribución para un estudio de su poesía", de Floridor Pérez, aparece en pp.135-143.
[43] Mario Contreras Vega, autor de Raíces (1978), Entre ayes y pájaros (1980), Palabras para los días venideros (1984) y La gallina ciega y otros poemas (1993). Fue Presidente de la Filial Chiloé de la Sociedad de Escritores de Chile.
[44] En la Academia Literaria del Colegio Saint George, creada y dirigida por Roque Esteban Scarpa, participaron Armando Uribe Arce, José Miguel Ibáñez Langlois, Jaime Silva, Carlos Ruiz-Tagle, Hernán Montealegre y varios otros poetas, narradores y ensayistas.
[45] Poeta y académico chileno. Fue Director de la Biblioteca Nacional. Recibió el Premio Nacional de Literatura en 1980. Entre su extensa obra se cuenta libros como: Luz de ayer (1951), El dios prestado por un día (1976), No tengo tiempo (1977), El laberinto sin muros (1981) y Madurez de la luz (1987).
[46] José Miguel Ibáñez Langlois, sacerdote, poeta y crítico que durante más de dos décadas tuvo a su cargo la crítica literaria del suplemento dominical de El Mercurio. Firmaba sus artículos con el seudónimo de Ignacio Valente. Entre sus libros de poesía se cuentan: Qué palabras, qué lágrimas (1956), La casa del hombre (1961), Poemas dogmáticos (1971) y Futurologías (1980).
[47] La primera antología se publicó en 1953 y la segunda en 1955.
[48] Lo del bote es una broma de Floridor para aludir al fuerte temporal de viento y lluvia que azota a la ciudad.