Profesor Hugo Iván Moyano
El profesor Hugo Iván Moyano dejó de existir el 30 de Octubre de 2014, como consecuencia de un Infarto Agudo al Miocardio, a la edad de 74 años, después de soportar durante varios años una Enfermedad de Parkinson, cuadro progresivo que lo tuvo postrado durante los últimos meses de su vida.
Lo conocí por 1969 cuando yo acababa de ingresar a la universidad, como estudiante de Licenciatura en Biología. En ese tiempo el profesor Mario Alarcón dictaba las clases de Biología Celular, el Dr. Jorge Artigas las de Entomología, el Dr. Roberto Rodríguez las de Botánica General junto con el Dr. Mario Ricardi; y el Dr. Roberto Donoso Barros las clases de Zoología de Vertebrados y más tarde las de Herpetología. Mientras el Dr. Ariel Gallardo dictaba junto con el Dr. Lisandro Chuecas las clases de Oceanografía. El Dr. Ariel Gallardo dictaba además las clases de Evolución y el Dr. Beddings las de Genética junto con el profesor Emilio Almonacid; por otra parte el profesor Lajos Biró dictaba las clases de Paleontología teniendo como alumno ayudante al profesor Alberto Larraín Prats. En esos años el profesor Hugo Iván Moyano dictaba las cátedras de Zoología General, Anatomía de Protostomados y Briozoología, entre otras asignaturas.
Las clases del profesor Moyano eran particularmente interesantes. Sabía captar el interés de los alumnos iniciando sus clases con una pregunta o mostrando en una diapositiva la concha de un enorme caracol del diámetro cercano a los 2 metros…y allí se iniciaba la clase con descripciones, principios y objetivos utilizando un lenguaje claro y preciso. Había preguntas y un diálogo respetuoso y fructífero. El tiempo pasaba velozmente. No era raro que al término de una clase magistral o al final de la última clase, los más de 100 alumnos de las distintas carreras que tomaban el ramo, se pararan al unísono y llenaran el auditórium con un cerrado aplauso. El profesor se sorprendía con esos aplausos, porque en su extraordinaria sencillez no se creía merecedor de ese homenaje espontáneo.
El Profesor Moyano junto a la Sra. Norma Bahamondez, esposa del Don Tomás Cekálovic Curator del
Museo de Zoología de la Universidad de Concepción
Y así lo fuimos conociendo durante los tormentosos años que precedieron al golpe Militar del 1973 y los aún más tormentosos años que debimos soportar durante los años siguientes. Nuestro curso de Licenciatura en Biología, que antes era de unos 40 alumnos, quedó reducido a sólo 5, sin que se supiera a ciencia cierta el destino de muchos de nuestros compañeros. Con el profesor Moyano salíamos a terreno, ya sea al borde costero, a los bosques relictus como el de Bellavista cerca de Tomé o al de Fray Jorge, cerca de La Serena o en busca del Peripatus, al Parque Hualpén con la compañía siempre agradable y docta de Don Tomás Cekálovic. En estos trayectos, el profesor Moyano nos daba cátedra sobre tal o cual especie tanto vegetal como animal, conocía los nombres científicos de cada ser vivo que encontrábamos a nuestro paso, nos hablaba de las especies que le precedían evolutivamente, nos contaba los cambios geomorfológicos sufridos por los terrenos que estábamos pisando, en un tiempo medido en millones de años y las adaptaciones de las especies intermareales a las horas de inmersión y a las horas expuestas al aire y al sol…y así sus enseñanzas quedaban grabadas en nuestras mentes por la precisión y claridad de sus fundamentos.
Así era Don Hugo Iván Moyano. Con él aprendimos las maravillas de las asociaciones de individuos para sobrevivir ante el ataque de los predadores. Aprendimos tantas cosas interesantes en el curso de Biozoología. Supimos de polípidos, de opérculos, de zoecias, de paredes calcáreas fenestradas para el intercambio de nutrientes entre los miembros individuales de la comunidad, supimos de umbos y de aquella especial adaptación de algunos individuos de la biocenosis que para proteger de intrusos que pudieran usar la colonia de briozoos como sustrato, se convierten en avicularias, una estructura en forma de cabeza y pico de ave, provisto de un pedúnculo largo que virtualmente “picotea” a cualquier intruso. Él nos introdujo al maravilloso mundo de los briozoos, al mundo de la biología, al mundo de la ecología y nos entregó un concepto integral de la vida sobre el planeta.
No me detendré en los numerosos trabajos de investigación publicados en las más prominentes revistas de Biología del mundo, pero también en nuestras Gayana, de la cual fue Director y editor durante mucho tiempo, o la revista de la Sociedad de Biología de Concepción, creada alguna vez por el Dr. Alejandro Lipschütz, en las que colaboraba con interesantes artículos prácticamente en cada número. Pero era –además- un amante de la música clásica, admiraba la pintura y otras expresiones artísticas del espíritu, era un gran lector y estudioso del Latín, pero era a la vez sencillo y humilde, abierto al diálogo. No era petulante ni se creía poseedor de la verdad absoluta. Era un hombre comprensivo, pero sobre todo era un hombre bondadoso y solitario.
El profesor Hugo Iván Moyano, en 1982. A la derecha del observador la Sra. Blanca González, madre del profesor Moyano. A la izquierda el joven Tomás Cekálovic Bahamonde. La fotografía fue tomada en casa del Profesor Tomás Cekálovic Kutschevich quien fuera Curator del Museo de Zoología de la Universidad de Concepción
Yo solía salir cada fin de semana con mi hijo Mauricio (quien es hoy Dr. en Zoología e investigador de la universidad de Exeter, Inglaterra), pero en ese tiempo era apenas un infante de unos 7 años. Un día deambulábamos por el Valle de la Luna en el Parque Nacional Conguillío y vimos a la lejanía un individuo solitario de caminaba con paso firme sobre la escoria volcánica y al acercarnos reconocimos al Profesor Moyano. En otra ocasión en el Parque Hualpén vimos a un individuo bajando de una de las tetas del Bio Bío y nos preguntamos ¿Quién será aquel individuo que anda solo por esos lugares perdidos?... era el profesor Moyano. Otra vez fuimos a bañarnos a Rocoto y en medio de las olas, nos encontramos con el profesor Moyano disfrutando “como chino” el golpe de las olas y así nos fuimos encontrando en diversas circunstancias, pero especialmente en casa de Don Tomás Cekálovic donde solía yo encontrarlo en motivo de las fechas especiales: Pascua, Año Nuevo, Fiestas Patrias, circunstancias en las que siempre nos atrapaba con los temas de sus conversaciones sumamente interesantes y enriquecedoras. Pero su hábito solitario le jugó una vez una peligrosa pasada. Me contaba Don Tomás Cekálovic que una vez no fue al Instituto a trabajar, cosa extrañísima en un hombre que nunca faltaba a su responsabilidad docente… y no hubo manera de saber de él. Don Tomás me dijo que fue a la casa del Profesor Moyano y tuvo que saltar la reja para ingresar al antejardín y luego no sé ya cómo abrió la puerta, temiendo lo peor. En efecto, el Profesor Moyano estaba exánime en su cama, aquejado por una Apendicitis Aguda. Don Tomás lo trasladó al hospital donde fue operado ese mismo día. Don Tomás le había salvado la vida.
Quien le conoció más cercanamente como profesor y colega, fue el Profesor, Magister en Zoología Victor Hugo Ruíz, amigo cercano quien ha escrito la síntesis más completa y cabal sobre el profesor Hugo Iván Moyano y me referiré a esos escritos para extraer de ellos algunos datos del mayor interés.
Nuestro querido profesor, nació en Temuco el 14 de Agosto de 1939, en un hogar más bien humilde. Había dos hermanos más. Hugo Iván, desde pequeño gustaba pasar sus vacaciones en medio de las comunidades mapuches vecinas a la ciudad, donde convivió con la etnia y conoció las más genuinas y profundas raíces y formas de vida del pueblo original de esta tierra.
Esta es tal vez la última fotografía tomada al Profesor Moyano, junto a una playa. Gustaba visitar, recorrer y recolectar en los bordes costeros
Al egresar de la Enseñanza Media en 1956, ingresó a la Universidad de Concepción al año siguiente a la carrera de Pedagogía en Biología y Química y vivió durante toda su carrera, en el Hogar Universitario Central que funcionaba en ese tiempo en el actual edificio Virginio Gómez, en el corazón del Barrio Universitario. Su gran afición a la música clásica, le llevó a hacerse cargo de la música destinada a los estudiantes durante las horas de comida. Durante ese período universitario además daba clases de Biología en el Liceo Enrique Molina Garmendia. En 1962 obtuvo el Título de Profesor de Biología y Química y recibió el “Premio Universidad” por su excelencia académica. El 1 de Abril de 1963 ingresó contratado al Departamento de Zoología del –en ese tiempo- Instituto Central de Biología de la Universidad de Concepción, entidad que lo acogió durante todo su ejercicio profesional, hasta su retiro el 1 de Abril de 2014 por el lapso de 50 años exactos.
Aunque fue en vida un apasionado por la Zoología, no estaba ajeno al profundo conocimiento de la botánica, de la Química y la Física, a partir de su tesis de Grado como Profesor: “Estudio químico de la Retanilla ephedra”
Imagenes de una colonia de Bryozoos, Phylum que era la especialidad del Profesor Moyano
En 1964 fue nominado como miembro científico en la Primera Expedición Antártica Chilena, que se llevó a cabo entre Diciembre de 1964 y Marzo de 1965. En esta expedición se extrajo de los fondos marinos gran cantidad de material biológico por medio de dragas de profundidad en las islas Shetland del Sur, Estrecho de Brandfield, Bahías Paraíso, South y Margarita, al Sur del Círculo Polar Ántártico. La gran cantidad de briozoos antárticos de las más variadas especies derivadas de esta recolección, determinó la orientación definitiva del Profesor Moyano al estudio de este Phylum y se convirtió en el primer briozoólogo chileno. Sus primeros contactos fueron con la Dra. Ana Hastings, especialista del British Museum quien tuvo la gentileza de enviarle una monografía sobre Bryozoos antárticos y sub-antárticos colectados y estudiados por el Discovery. A partir de entonces estableció gradualmente contacto con cada uno de los especialistas en Byozoos de todo el mundo, como: Voight, Gordon, Cuffley. Boardman, Pouquet, Vavia, Hamerlin, Buget, Reguant,, López de la Cuadra, López-Gappa, Mass, Ryland, Hignward, Manatari y Moissette, entre otros.
Además de las variadas cátedras, agregó en las últimas décadas la asignatura de “Antártica”, curso en el que siempre tuvo numerosos alumnos de las más diversas carreras y niveles (pre y postgrado).
El profesor Victor Hugo Ruiz, que fue su alumno y colega docente en la Facultad, menciona en uno de sus escritos: “ Fue justamente producto del trabajo en terreno, en una salida a la Bahía de Concepción con alumnos de la carrera de Licenciatura en Biología, que en 1953 tuvo la oportunidad de observar una hermosa colonia de la especie de briozoo Membranipora isabeliana, que crece sobre las frondas de Macrocystis pyrifera (huiro) cuyos zooides vivos presentaban los polípidos en plena actividad, estirándose al exterior de los opérculos y retrayéndose alternativamente en pleno proceso de alimentación capturando las partículas presentes en el agua. Esta observación –dice el profesor Ruiz- despertó en el profesor Moyano una profunda curiosidad y se produjo una especie de enamoramiento a primera vista por el Phylum, amor que no lo abandonó jamás durante toda su vida”.
Aunque no fue muy amigo de las funciones administrativas, fue Delegado Docente y Secretario Académico del Departamento de Zoología de la Facultad de Ciencias Naturales y Oceanográficas. Fue editor de la revista “Gayana” en la década de 1970 y del Boletín de la Sociedad de Biología de Concepción por muchos años. Fue además, miembro de la Comisión de Evaluación, Contrataciones y Promociones de la Facultad y miembro de la Comisión de Permisos Sabáticos desde el 2007 al 2013.
Dr. Alejandro Lipschutz., fundador del Boletín de la Sociedad de Biología de la Universidad de Concepción
El Profesor Moyano fue además un excelente fotógrafo: logró acumular una extraordinaria colección de diapositivas en colores de las más variadas formas de vida en la Naturaleza, producto de sus salidas a terreno, ya sea con alumnos o en solitario, como le agradaba andar, en la soledad de los páramos, de los bosques, o las orillas costeras tanto en Chile como en los otros países que visitaba. Estas imágenes las proyectaba permanentemente en sus clases, amenizando así sus exposiciones y fundamentando sus afirmaciones con evidencias visuales, que muchas veces no se limitaban a temas de la Ciencia Zoológica, sino que también tocaba a veces temas antropológicos de gran interés.
Su profundo conocimiento de la músicas clásica lo llevó a dictar un curso de “Apreciación Musical” en el que siempre tuvo un buen número de alumnos.
El Profesor Hugo Iván Moyano formó parte de numerosas Expediciones Científicas organizadas por:
INACH, IFOP y CONA, además de proyectos nacionales e internacionales en los que la Universidad de Concepción estaba representada (DIUC). Fue además integrante investigador de proyectos internacionales como:
---Programa Internacional de Investigación Antártica (Proyecto Italia-Antártica) a bordo del buque de Investigación Científica “Cariboo” (1991).
---Proyecto Antártico Español BENTART , a bordo del “Hesperides”(1994).
---Proyecto conjunto Alemán-Italiano-Chileno al Estrecho de Magallanes a bordo del buque Oceanográfico “Victor Hensen” en 1994.
---Proyecto Británico Internacional 2001-2003 para el estudio molecular de poblaciones de Celleporella hialina alrededor del mundo, con la participación de bryozoólogos de la Universidad de Concepción y de la Universidad Católica de la Santísima Concepción.
---Proyecto Alemán “LAMPOS” a bordo del buque de investigación antártica “Polarsen” en 2002 en el que se recolectó material biológico en el Arco de Escocia entre el extremo sur de Sud-América y la punta Norte de la Península Antártica.
---Viajó a la Antártica en 7 oportunidades de las cuales 5 fueron organizadas por INACH y en una de estas oportunidades, permaneció aislado durante 20 días estudiando los ciclos larvales de los briozoos antárticos.
---En 2005 publicó en “Gayana” la “Historia de los descubrimientos byozoológicos efectuados en la Antártica en el siglo XX” a partir de 1904 con los resultados de la expedición antártica Belga hasta la realización de la 13º Conferencia de la Asociación Internacional de Bryozoología (IBA), realizada en Concepción en Enero de 2004.
El principal legado del Profesor Moyano, a la Ciencia, fue el estudio de los Bryozoos, campo en el que llegó a ser autoridad mundial, lo que se tradujo en más de 85 trabajos publicados en los que se describen más de 100 especies nuevas, veinte nuevos géneros y una familia..
De esta productividad se refieren a la Antártida 30 trabajos científicos, 5 capítulos de libros, 13 especies nuevas para la Ciencia, 11 géneros nuevos y una nueva familia. Además publicó 2 libros, 17 capítulos de libros e hizo 67 presentaciones a Congresos Nacionales e Internacionales.
PREMIOS Y DISTINCIONES:
- Beca Enrique Molina Garmendia de la Universidad de Concepción (1957-19619
- Premio Universidad de Concepción (1961)
- Premio “Roberto Donoso Barros” 1986 y 1989. Otorgado por la Sociedad de Biología de Concepción.
- Premio INACH (2006), por trabajos realizados en la Antártica.
La partida del profesor Moyano deja un enorme vacío en el Departamento de Zoología de la Facultad de Ciencias Biológicas y Oceanográficas, en aquel rincón dinámico donde trabajaba febrilmente junto a la lupa binocular a los miles de frascos con muestras de los más diversos orígenes y al bullente ir y venir de sus alumnos. Su ausencia se notará además en el ámbito nacional e internacional donde representó a Chile en su especialidad, con brillo y excelencia. El resto de sus colegas, y de quienes fuimos sus alumnos lo recordaremos por su rigurosidad científica, por el amor y dedicación por el trabajo, por su calidad docente y su productividad científica de excelencia, pero sobre todo por su sentido de humanidad, su humildad, su sencillez y su extraordinaria generosidad.
Mucho más se podría decir de nuestro querido profesor Hugo Iván Moyano, pero como alumno suyo que fui, deseo sólo destacar que aprendí de él su filosofía de vida, su manera de considerar sólo lo más importante, su manera de entender el universo y las formas de vida presentes en la Tierra, su amor por la Naturaleza, pero sobre todo su sencillez y -a pesar de la enorme cultura general que poseía- su extraordinaria humildad. Los alumnos de aquel entonces: Iván Arcos, Gilda Bellolio, Sara Adlerstein, Susana González, Victor Hugo Ruíz, Maritza Tapia, María Eugenia Casanueva, Camilo Werlinger y centenares o miles de alumnos que pasaron por sus cursos, no podremos olvidar fácilmente a este gran profesor, a este gran hombre solitario que tanto aportó con sus investigaciones y su brillante docencia al conocimiento de las especies biológicas – especialmente los Briozoos- de nuestro país.
Concepción, 30 de Octubre de 2014
AGRADECIMIENTOS:
Expresamos nuestros agradecimientos al Profesor Victor Hugo Ruíz Rodriìguez Master Sciences, académico de la Facultad de Ciencias Biologicas y Oceanográficas de la universidad de Concepción por la valiosa información entregada referida al Profesor Hugo Iván Moyano; a la Sra. Nadiça Cekálovic Bahamonmdez, por el aporte de varias de las fotografías que acompañan este artículo; y a la Srta. Matilde Mella, Secretaria del Departamento de Zoología de la facultad de Ciencias Naturales y Oceanográficas de la universidad de Concepción por la valiosa entrega, preocupación y asistencia al profesor Moyano, en forma permanente, desinteresada y abnegada durante los últimos años de su existencia, aporte que valoramos quienes fuimos sus alumnos, sus amigos y de algún modo estuvimos cerca de él en el último período de su vida.