Por Lily Boe
Reportera
"Les voy a dar un premio." La mayoría de los estudiantes universitarios no suelen escuchar expresiones como ésta de sus profesores. Carlos Trujillo del Departamento de Lenguas y Literaturas Romances, sin embargo, les puede decir lo contrario.
"De hecho, yo te voy a dar un premio", son las palabras exactas que dijo Trujillo los 18 estudiantes en su curso de español escritura creativa justo antes de que les informó de que su escritura se va a publicar en un diario chileno.
Trujillo tiene una pasión por la literatura española. Su trabajo con los estudiantes y la literatura se remonta casi cuatro décadas.
En l975, Trujillo ayudó a lanzar el primer taller literario en Chile. Este taller, denominado Aumen, fue el taller literario más importante en Chile en los años 70 's y '80' s, de acuerdo con Trujillo. Después de eso, los talleres literarios comenzaron a invadir todo el país.
Trujillo explicó que los talleres fueron una fuerza increíble en contra de la dictadura "en todas partes".
Desde el comienzo de su experiencia aquí, Trujillo ha tratado de llevar el fenómeno de los talleres literarios en español a la Universidad. Desde 1992 hasta mayo del semestre pasado, Trujillo ha estado ofreciendo un taller literario semanal en la noche para todos los estudiantes que quieren practicar el idioma español.
En el semestre de primavera de 2013, Trujillo se embarcó en su viaje literario más revolucionario hasta ahora: comenzó a dar una clase de escritura creativa en español.
Todos los 18 estudiantes matriculados en este curso tenían que trabajar clase a clase para producir piezas originales de escritura. Trujillo explicó que para el final del semestre, cada estudiante había elaborado un proyecto final de 25 páginas, escrito en español.
A poco de comenzar el semestre, Trujillo se contactó con un diario chileno, El Periódico Insular.
Les explicó su sincero deseo de compartir con todos los lectores del sur de Chile el interés que los estudiantes universitarios de los Estados Unidos tienen por el español. Trujillo recibió una excelente respuesta. Le dijo que era una idea fantástica.
Poco después, Trujillo compartió la noticia con sus alumnos. Cada uno de ellos tendría la oportunidad de ser publicado en un diario chileno.
Es sabido que las personas tienden a escribir con más pasión cuando están conectados con el tema sobre el que están escribiendo.
Totalmente consciente de este hecho, Trujillo guio a sus estudiantes en el proceso de escritura de textos autobiográficos que se publicarían en el periódico. Los estudiantes compartirían historias de su vida que comenzarían con los primeros recuerdos de su infancia.
"Esto va a ser su historia." Trujillo recuerda haberles dicho.
Camila Zrein, una estudiante del último año, con doble especialidad en inglés y español y una de las alumnas de la clase, recuerda haber escrito varios relatos breves sobre diversos acontecimientos de su infancia.
Trujillo seleccionó dos de esos relatos cortos para ser publicados en el Periódico El Insular, uno sobre el primer viaje que hizo a El Líbano, y otro en el que describe su casa en el otoño.
En cualquier curso de la universidad, es inevitable encontrarse con bastante disparidad en la capacidad de los estudiantes. En su curso de escritura creativa, Trujillo tenía estudiantes que eran de la especialidad en español, otros que sólo tenían una concentración en español e incluso otros que sólo tenían un pequeño interés en esa lengua.
Sin embargo, cada estudiante fue muy colaborador y siempre mostró sus deseos de ayudar a los demás. Trujillo alaba a sus alumnos por ser tan trabajadores y respetuosos del trabajo de los demás. Durante el tiempo de la clase, sus alumnos se dividían en grupos de trabajo.
"Todo el mundo era un maestro del otro", dijo Trujillo.
Cada estudiante debía revisar el trabajo de los demás. Zrein explicó que la clase esencialmente funcionaba como un taller de escritura. Todo el mundo llevaba un texto de su propia creación y luego se dividían en pequeños grupos de cuatro alumnos, leían los textos y finalmente los editaban.
Como estudiante con especialidad en inglés, Zrein ha tomado varios cursos de escritura creativa en inglés y estaba ansiosa por tener uno en un idioma diferente. Zrein compartió los beneficios que consiguió por tener su trabajo publicado en el diario.
"Saber que uno de nuestros textos sería publicado creó un incentivo especial que me motivó a intentar hacer mi mejor esfuerzo para escribir bien en cada trozo de texto que escribí," dijo ella
Trujillo fue gratamente impresionado por este grupo de estudiantes.
Él señala que ningún estudiante de su clase se quejó, porque a todo el mundo le encantaba el trabajo que estaban realizando.
"Fue una muy buena experiencia como profesor ver que los estudiantes no sólo están escribiendo porque tienen que hacer la tarea, sino porque les encanta lo que están haciendo", dijo Trujillo.
Cuando Trujillo comenzó a dar su curso de escritura creativa, nunca habría podido predecir que estaría ayudándoles a esos estudiantes publicar sus textos. Sin embargo, sus estudiantes comenzaron a ser publicados en el periódico El Insular todos los miércoles. Incluso hoy día, los chilenos todavía están leyendo los escritos de estos estudiantes. Por encima de todo, Trujillo señaló que sus estudiantes trabajaron con una pasión inagotable a lo largo de este proyecto y durante todo el semestre de la clase.
"Ellos estuvieron trabajando para crear un hermoso texto literario", dice él. "Y lo consiguieron."
La estudiante de cuarto año, Camila Zrein, fue una de los 18 estudiantes que tuvieron una página completa publicada en un diario chileno.